[dropcap style=’box’]c[/dropcap]asi siempre ocurre ante la proximidad de una elección, como en este caso puntual que daremos en las PASO, y posteriormente en Octubre, elección que permitirá o no, acceder a contar con más bancas a favor para apoyar un proyecto que hace 2 años atrás quedó trunco, avasallado salvajemente hoy por la Alianza Cambiemos (Pro-Ucr).
La incontrolable sed de venganza de Florencio Randazzo hacia Cristina Kirchner, quien no hace mucho tiempo atrás, conminó a este dirigente desistiera de su candidatura, hoy no deja ver a este candidato lo que realmente se está jugando, en esta y en cualquier otra elección que se esté dando en América Latina, en este nuevo marco de fuerte presión capitalista. Macri es el representativo más cabal de la vuelta de la derecha en Argentina, que impulsa políticas neoliberales que juegan claramente a favor de los intereses de este mundo que avanza, que no es otro que el mundo capitalista. En nuestro país, como ha sido siempre, concentrada en el poder oligárquico, que apunta a conformar un mercado libre con cada vez más descontrol, que sólo permite a éstos concentrar más capital, dejándonos un consumo estrangulado, pergeñado a través de la especulación financiera, fuga y ausencias de capitales, generando el achicamiento del mercado interno, con la incapacidad de compra del pueblo, azotados por el irrefrenable paso de la inflación y una ola de despidos que no cesa.
La Argentina no puede ni debe permitirse tener frente a sus narices todo el pasado. La presión que ejerce el imperio sobre nuestro país y el resto de latinoamérica será mayor o menor según la fuerza de confrontación que le opongamos. Ir hoy a una elección divididos, por la razón que sea, habiendo comulgando una misma historia de lucha juntos sobre una misma mesa, que se inició hace ya algo más 70 años, más allá de todas las contradicciones, que seguro la habremos tenido todos, en ese extenso recorrido de luchas, de victorias y de fracasos, que el peronismo viene dando, con enormes aciertos y enormes errores, y hasta sembrado de muertes, innecesarias en la mayoría de los veces, pero siempre atentos al sueño del hombre y de la mujer que trabaja, dignificando su esfuerzo, velando siempre por sus intereses, que no han sido otros que el fortalecimiento de la propia Patria. Y saber también, que ese fortalecimiento, es el que contribuirá sin duda, a nuestros países hermanos, que al igual que nosotros, hoy están acosados con la violencia más vergonzante de un capitalismo, que sólo ve al hombre como elemento indispensable de su acumulación y no como un ciudadano libre, y partícipe de los frutos de su esfuerzo dentro de sus territorios independientes y soberanos.
Cristina Fernández de Kirchner, es hoy la mujer donde toda América latina posa sus ojos esperanzados en su reaparición política, en una realidad mucho más cruenta que cuando dejó el poder. Tal vez esa razón, la vuelva más necesaria. Duele decirlo, esto empeora y parece que gran parte de la dirigencia aún no se dio por enterada, que el capitalismo no cesa en su arremetida, mucho menos si le damos la mano en no agrandar nuestra mirada más allá de nuestro horizonte, más allá de nuestros apetitos personales, inclusive de nuestros propios internismos, y disputas de colores, que sólo nos conducen a un pozo negro y profundo, que probablemente, cuando intentemos echar un poco de luz, ya sea tarde.
Ver la historia de a pedacitos, y de los pedacitos que sólo nos conciernen, es mirarnos sólo en un espejo, apenas del tamaño de uno.