Truman show es una película cuya temática es el entretenimiento. Una corporación creo el estudio televisivo más grande del mundo (junto con la muralla china son las dos construcciones del ser humano vistas desde el espacio exterior). Truman, un niño que fue el primer niño adoptado por una corporación será el protagonista de un reality show que mostrara la vida de una persona durante las 24 horas del día y los 365 días del año.
La vida de Truman esta armada, cada paso esta guionado con el fin de mostrar un espectáculo a los televidentes que se hacen parte de la vida de este personaje. Millones de ojos espiando en la intimidad de Truman a través de miles de cámaras que capturan cada momento de este inocente hombre que vive una vida real que a su vez no es la realidad. Una realidad que se devora la realidad de los televidentes absorbidos por el show, durmiendo plácidamente en el discurso del otro. Vamos a decir que para nosotros discurso es, todo lo que se dice como una verdad establecida en diferentes disciplinas o instituciones.
Los televidentes duermen en el discurso del poder, poder que establece como una verdad o línea a seguir; el entretenimiento. El espectáculo no se da en un vacío, está destinado a alguien y con un fin, está destinado a los millones y millones de televidentes con el fin de un control. La preocupación del poder es el control social, esa pequeña porción de sujetos que se adueñaron del mundo necesitan tener todo bajo control y para ello el sistema capitalista necesita de los medios de comunicación, necesita de la tecnología. El sistema capitalista abraza a toda la tecnología para controlarnos, para matarnos en vida, para que no pensemos para que seamos pensados. En definitiva para que aprendamos a decir lo que ellos necesitan que digamos. ¿Cuántos show se crean para nosotros? ¿Cuántas realidades habrá dentro de este plano sin que nos demos cuenta? Con todo esto se abre una duda y aparece otra pregunta ¿es real la realidad?
Con Truman nos vinimos a desayunar que la realidad que vivimos y la que creemos concreta y que con ella construimos nuestras certezas, puede llegar ser también una triste mentira, un patético engaño, un show. Somos engañados como Truman, la sociedad no muestra todas sus cartas sobre la mesa, el entramado que la sostiene se urde en gran parte en el secreto de un pacto sellado con los que tienen la sartén por el mango, con un beneficio que es acumular dinero, ser tan rico como se pueda.
La película pasa por momentos donde hay falla, donde el engaño no puede engañar, donde hay algo que no sale bien, pero el director se permite lo inesperado, dejando que todo pase pero para poder tener todo bajo control. Las fallas en el montaje no van a pasar desapercibidas, Truman empieza a sospechar que es vigilado, el director provoca en Truman miedo a navegar y este es, por esa causa, prisionero de la isla en donde supuestamente vive, pero hay un detalle; Truman se enamora de una actriz que participa en una escena de su vida y empujado por ello, se hecha a navegar. Truman se escapa de las cámaras, esta vez el director es engañado, los ojos que todo lo ven son burlados y cuando las cámaras del estudio lo vuelven a tener en foco, él ya se había largado a navegar, el director ordena provocar una tormenta, logrando un efecto contrario en el personaje. El director decide aumentar la intensidad de la tormenta, mientras una escena muestra a los televidentes de un bar donde se puede ver al mozo realizando apuestas, se ve en esa escena como el morbo convoca y a la vez es explotado. El director sabiendo que ya había perdido, que en vano era el intento de detenerlo a Truman deja que todo pase. Truman llega al borde de su universo, la nave choca contra el decorado del estudio, el cielo de esa ficción está al alcance de sus manos en tanto que tiene en sus manos su propia vida. Truman tiene que decidir si se queda en la comodidad de una vida de mentiras o abandona el estudio y decide enfrentar la vida real, pero resulta que lo único real ahí es el amor, pero el amor de Truman ¿de quién más? Si es el único verdadero en ese gigantesco estudio. Al final decide seguir al amor y abandona el estudio poniendo fin al espectáculo, en ese punto para Truman es el principio, mientras que para los televidentes es el final de su entretenimiento. Truman empieza a vivir la realidad en el amor, los televidentes también van a empezar a vivir la realidad, esa pobre y chata realidad de los que duermen en la placidez de no pensar para ser pensados.