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13-02-2017 | MASIVO RESPALDO
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Después de casi tres semanas de permanecer clausurada, la radio El vecinal volvió al aire con una masiva adhesión de la comunidad, que vio en el accionar municipal un claro acto de censura. Pese a que la nueva jueza de falta, Marina Cordone avaló la medida, el medio la apeló, por lo que en forma automática el tema pasó al Juzgado en lo Correccional, y se suspendió la clausura como lo indica el Código de Faltas Provincial.
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[intense_dropcap]E[/intense_dropcap]l martes 24 de enero por la mañana los habitantes del municipio de General Rodríguez se enteraban de la noticia de que la gestión municipal había clausurado la radio El Vecinal, un medio de comunicación propiedad del periodista Sebastián Piccardo, que también es su director. Hasta la calle 2 de abril se acercaron inspectores de la Subsecretaria de Inspección dirigida por Sergio Cuello a estamparle la franja de clausura a la puerta del estudio radial, aunque también se ocuparon de pegar una en la vidriera para que la gente pueda verla desde la vereda.
En aquel momento las razones oficiales para dicha medida fue la no habilitación del edificio donde opera El Vecinal, pero también manifestaron que el local no estaba habilitado para funcionar como radio, algo que no está debidamente reglamentado en el distrito, produciéndose un vacío legal del cual el municipio saco partida.
La radio volvió al aire finalmente el pasado viernes 10 de febrero, aunque todavía sin la programación habitual, que comenzó este lunes con Buenas Migas. Mucha gente se hizo presente al momento del inicio del programa, conducido por Sebastián Piccardo, en señal de solidarización ya la vez repudio a lo que fue la medida que impidió que la radio salga al aire durante casi tres semanas. Además de contar con la adhesión durante todo este tiempo de distintos sectores como el bloque del FpV, sindicatos y otras emisoras.
La reapertura del programa estuvo acompañada de un duro editorial leído por Piccardo. En el mismo se destaca: “Respecto a todo lo ocurrido y a la acción que ha desarrollado la Municipalidad de General Rodríguez, no voy a entrar en lo que se refiere al tema técnico-administrativo, solo quiero resaltar que ante un bache legal han querido justificar la censura y no les importo que se hayan violado no solo ordenanzas locales, sino también leyes provinciales, nacionales y de tratados internacionales. Por este motivo ya le di la orden a mi abogado que proceda a llegar hasta las últimas instancias procesales, para que los responsables de este ultraje tengan que responder a la justicia.”
Además manifestó que el intento de censura, en un principio, no se limitó a la radio: “A esas personas, que evidentemente salen como robot a repetir lo que les dice el intendente, les comento que el día de la clausura de la radio, también los inspectores tenían la orden de cerrar las puertas del semanario, pero yo me interpuse y les dije que estaban cometiendo la atrocidad legal, más importante de General rodríguez, porque una redacción de noticias, está ampliamente amparada por leyes internacionales. Eso fue lo que hizo que desistieran y se retiren.” Denuncio nuevamente un intento de soborno desde el oficialismo para “comprar” su opinión y finalmente remarcó: “el alerta de este accionar cuasi mafiosos que lleva adelante el municipio, no solamente deben quedar en los medios de comunicación, sino que también se debe hacer extensiva a las empresas y comercios de toda la ciudad, porque ya tenemos ejemplos en las últimas semanas de aprietes, tanto a amigos como a enemigos si distinción, que tienen como finalidad generar el temor social de estar en presencia de verdaderos “mercenarios” de la política, que son capaces de hacer cualquier cosa, inclusive, por fuera de la ley.”
Piccardo explico que la reapertura de la radio se debió a que si bien la justicia de faltas, a través de la decisión de una de sus juezas, Marina Cordone, avalo la clausura del municipio, una apelación le posibilito que pase el expediente a la justicia correccional, lo que tiene un efecto suspensivo sobre la medida dispuesta por la municipalidad. “Saliendo el expediente del municipio no hay manera que ningún juzgado del país nos ponga la faja de clausura”, manifestó Piccardo sobre la medida legal.
Entre los presentes a lo largo del programa o que mandaron mensajes felicitando por la reapertura de la radio, se encontraron los concejales Mauro García, Reinaldo Torres, y Carlos Paz por el FpV, Gonzalo Graña por el Frente Renovador y el concejal Diego Ghirardi. Estos últimos hablaron del proyecto de ordenanza que se está trabajando desde el HCD para realizar una normalización sobre los medios locales, para que no exista este vacío legal que le permitió al municipio clausurar El Vecinal, que se está tratando de realizar en la inmediatez.
También estuvo presente el Director de la radio Atilra, Rodrigo Lugones quien expreso: “En nombre de la Radio Atilra y del Semanario Voces de los Pueblos nos solidarizarnos con ustedes y los felicitamos por la vuelta al aire”, y además menciono un hecho similar que sufrió la radio Atilra a solo días de la clausura del Vecinal: “Hemos sufrido un hecho similar, nos hemos entrevistado con aquellos que deciden estas cuestiones y nos han dicho: “esto no es un hecho de censura, quédense tranquilos pagan doscientos mil pesos y todo sigue muy bien”. Lo que significa para cualquier radio el cierre inmediato. Pero acá lo que se está discutiendo es otra cosa, esta es una metodología, que se está aplicando a nivel nacional, que a través de tecnicismos, el objetivo que busca es silenciar y callar a los medios opositores”.
Mientras tanto, en la propia radio municipal también se habla de intentos de censura, ya que hay programas que ya no están en el aire, como el que existía recientemente sobre violencia de género, y el programa sobre scouts, Siempre listos. Todos los programas que están siendo levantados de la programación oficial, pertenecerían a sectores no enrolados en el oficialismo.
Ariel Martínez, el soldadito oficial:
Como no podía ser de otra manera quien se hizo presente como representante de Cambiemos, durante el primer programa de Buenas Migas, fue el ultraoficialista presidente del consejo escolar Ariel Martínez, quien siempre parece dispuesto a inmolarse en nombre del intendente. Negó que el hecho se tratara de algún tipo de censura, pero ante la manifestación de Piccardo de que El Vecinal fue el único medio clausurado, y que los únicos medios que recibieron actas fueron opositores, como Atilra y La Rama, se justificó aduciendo que no era su área y desconocía a que radios se emitieron actas. Por momentos tratando de justificar lo que parece injustificable, busco ejemplos a nivel nacional durante el Kirchenerismo, cuando más allá de los cruces que aquel gobierno pudo haber establecido con sectores de la prensa, como el grupo Clarín, nunca se censuró ningún medio.
Camión de basura tapando parte de la entrada del Vecinal:
Desde la radio, durante la trasmisión remarcaron un hecho peculiar que se produjo. Desde horas tempranas antes de que el primer programa saliera al aire, un camión sin patente se encontraba estacionado tapando la visibilidad de la radio para quien pasaba en frente, en especial desde el municipio. Personal de transito apareció luego de un par de horas que el camión llevaba estacionado ahí, sin embargo a pesar de aparentemente haber labrado alguna multa, el camión siguió permaneciendo allí a lo largo de la tarde.
Polémica respuesta de sectores oficialistas:
Luego del retorno del Vecinal tras la clausura, lejos de intentar apaciguar las aguas sigue el intento de justificar la medida a toda costa. En esa línea se conoció la difusión de un volante que aunque no lleva firma de ningún sector en particular no es difícil atribuir a algún sector oficial. En el mismo se dice, por ejemplo, que la reapertura de la radio es una medida ilegal, cuando precisamente la apelación que permitió el levantamiento transitorio de la clausura es un recurso judicial totalmente legítimo. También afirma muy libremente que el director del Vecinal ejerce una presión “casi extorsiva” sobre algunos concejales para que creen una ordenanza que lo exima de pagar, cuando precisamente existe un vacío legal al respecto que permitió que el municipio justificara su decisión, al no haber una ordenanza clara sobre la regulación de radios locales. A pesar de la reapertura de la radio, evidentemente el conflicto está lejos de terminar, habrá que ver cómo continua desarrollándose la situación.