El funcionario de María Eugenia Vidal recorrió varias escuelas de la zona oeste, entre ellas una de General Rodríguez. Algunos docentes lograron hacerle varios reclamos, de los que el Ministro, ayudado por Darío Kubar, pudo excusarse al mejor estilo duranbarbista.
El jueves 16 de agosto por la mañana, sin aviso a los gremios de la educación ni a la prensa, en medio de la grave situación de las escuelas del distrito, el Ministro de Educación de la Provincia de Buenos Aires, Gabriel Sánchez Zinny visitó escuelas de General Rodríguez acompañado por el Intendente Dario Kubar. Nada casual, los establecimientos educativos por los que paso se encontraban funcionando y con sus puertas abiertas, el 90% de las escuelas del distrito cerradas por las deplorables condiciones en las que están.
En el ínterin algunos docentes le preguntaron a cerca del mal estado estructural de las escuelas o sobre la intervención del Consejo Escolar en el Municipio de Moreno, de las que el Ministro y el Intendente salieron airosos al mejor estilo duranbarbista.
Al parecer, en la puerta de uno de los establecimientos por los que paso, lo pudieron interceptar Verónica Ledesma, Secretaria General de FEB (Frente de Educadores Bonaerenses) de General Rodríguez y otro referente gremial, logrando que al menos deba intercambiar algunas palabras sobre la crítica situación de las escuelas y jardines de la localidad.
Zinny le pidió al referente gremial que si en las escuelas estaban garantizadas las condiciones, “ayudemos a que vayan”, como si la falta de clases se debiera a que las y los docentes no quisieran que los chicos y chicas puedan concurrir a la escuela. Nada dijo de los gravísimos problemas edilicios y estructurales de las escuelas, aunque tuvo, al igual que la gobernadora María Eugenia Vidal, la desafortunada idea de afirmar: “no hagamos política con esto”.
Con la misma premura con la que llego, el Ministro de Educación de la Provincia de Buenos Aires se retiró del lugar sin visitar ninguna de las escuelas destruidas, sin atender formalmente a los representantes gremiales y volcando la responsabilidad de la falta de clases nuevamente en los docentes, que son sin embargo quienes se están encargando personalmente de que le lleguen a los estudiantes algunas actividades para que no pierdan la continuidad pedagógica, mientras luchan para que la comunidad educativa esté segura en las escuelas.