En una charla exclusiva Carlos Daniel “El Lobo” Cordone habló sobre la primera y segunda ronda, y la clasificación a la Copa Argentina. El buen momento que vive el plantel y la ilusión que tiene todo General Rodríguez de terminar en la cima del torneo.
[dropcap style=’box’]B[/dropcap]uenos momentos está pasando el equipo de Leandro N. Alem dirigido por Daniel “El Lobo” Cordone. Único puntero del campeonato. A falta de 6 fechas, y a 5 unidades de Ituzaingo , su próximo rival, las ilusiones del primer puesto cada vez son más grandes.
El DT rodriguense, en una entrevista para “Barrios Lecheros”, comenzaba charlando sobre el paso del equipo en el último partido que tuvieron de visitante ante un duro rival en Tapiales: “El encuentro ante Lugano fue el más complicado, el más difícil de todos y nos tocó jugar mal, a pesar de que no se realizó un buen encuentro, salvo dos o tres jugadores que siguieron el nivel. Esto es un juego en conjunto y Alem no realizó un buen espectáculo, este era el partido que quería ver, la actitud del equipo cuando se juega mal. El año anterior nos pasaba que estos partidos los perdíamos, porque el equipo no jugaba bien y no tenía esta actitud, sinceramente los estaba esperando ya que me parecía raro que juguemos bien todos los partidos en una divisional donde no siempre es asi. Pos partido los felicite por el esfuerzo realizado”.
Con el gran presente futbolístico que tiene el equipo en la temporada, se le preguntó que sentía cuando realiza los entrenamientos con sus jugadores, Daniel decía: “Están sucediendo cosas que antes no pasaban, creo que es la primera vez, desde que estoy yo, que Alem va primero, y lo noto cuando voy corriendo con los jugadores por la calle, porque estamos todos contentos y eso lo demestran los jugadores. A principio de año estaba con dudas y me sentía muy nervioso por la temporada del años pasado, que nos fue mal. Yo le di mucha importancia a las pruebas, a los entrenamientos y priuncipalmente elegir el mejor plantel, porque erta es la última chance. La pretemporada en Atilra fue durísima, pasamos un invierno crudo y realizamos entrenamientos bajo la lluvia muchos días y ahí fue cuando las esperanzas aumentaron de verdad, porque vi que tenía el equipo muy motivado”.
Sobre la primera ronda y la segunda, la cual Alem comenzó de buena manera, Cordone expresaba: “En la primera ronda se vio un equipo importante y a base de trabajo mi ilusión se iba acrecentando porque veía que los jugadores, en vez de aflojar, cada vez entrenaban más duro. Nos tocó ir siempre de atrás, nunca punteros y haciéndose esperar, yo sabía que una vez que tengamos la punta no la íbamos a perder. Ellos no lo iban a permitir que se la saquen así nomás. En la segunda ronda jugamos cada vez mejor, los jugadores se fueron conociendo, uniendo y haciendo amigos. Ellos saben que no se les puede escapar, la confianza hace que cada uno juegue mejor en cada compromiso. Si me preguntas como estoy, estoy muy feliz, pero con más miedo, porque si se me escapa quedo peor, y cada partido que pasa puedo dormir menos. Siempre tranquilo, feliz como todos, pero nervioso”.
Sobre su pensamiento positivo hacia el trabajo del equipo y el ingreso a la Copa Argentina, algo histórico para la institución, ya que Alem se enfrentara a Vélez, el DT lechero nos expresaba: “Hoy en día estoy más ilusionado, el primer premio fue entrar a la Copa, ya que en un momento no entrabamos y por unos resultados que se dieron, y el esfuerzo de nosotros, pudimos ingresar. Es un premio inmenso para el grupo”.
Ya sobre el final, siguiendo con el tema de la Copa Argentina, Cordone, nos comentaba de cómo se podría jugar el compromiso y las ventajas del Fortinero: “Si el partido es dentro de poco vamos a ir con los titulares y la mayoría de los mayores. Como lo veo al plantel, ellos van por el campeonato. Yo le tengo fe al equipo, es como cuando juegs a un número a la quiniela, vamos a tener una posibilidad en ese partido. La diferencia está en lo físico, nos vamos a enfrentar a unas máquinas, ellos tienen 15 años de ventaja, el jugador de primera entrena, come, duerme una siesta de 4 horas, se levantas y se va al café de la esquina a esperar que pase el día. En cambio el jugador de Alem todos tienen un trabajo distinto y eso es cansador”.