Luego de la visita de la gobernadora a Mastellone Hermanos, las autoridades de la empresa tomaron medidas disciplinarias contra quienes se manifestaron en repudio a través de las redes sociales.
El viernes 29 de septiembre por la mañana María Eugenia Vidal visitó La Serenísima, junto a Darío Kubar con motivo del anuncio de la puesta en marcha de la planta de secado dual de Trenque Lauquen.
No es la primera vez que Vidal pasa por el distrito. Al igual que en las anteriores oportunidades, su llegada estuvo caracterizada por el hermetismo y la seguridad. En esta ocasión la visita del Hada Buena, como la llama un reconocido periodista, a una fábrica de la industria láctea no es un dato menor, pues hace muy pocos días el gobierno de la Alianza Cambiemos logró imponer la flexibilización del Convenio Colectivo de Trabajo que regula la actividad de los trabajadores lecheros de todo el país.
El macrismo y las patronales presionaron hasta que lograron introducir una serie de reformas en el CCT 2/88 que implican un claro retroceso en materia de derechos para los trabajadores del rubro, derechos que fueron adquiridos mediante la lucha a lo largo de los últimos años.
La teleconferencia con la planta de Trenque Lauquen se realizó en el salón de relaciones públicas Teresa Mastellone, donde se ubicaron algunos pocos simpatizantes de la patronal y el gobierno, entre ellos los gerentes y trabajadores que llevaron de los diferentes sectores de trabajo.
Los trabajadores de base, los que día a día sufren las políticas de ajuste y la flexibilización laboral, no tuvieron la oportunidad de poder acercársele.
Sin embargo su presencia no paso para nada desapercibida, cientos de trabajadoras y trabajadores lecheros encontraron la manera de expresar su repudio.
Carteles con las frases “Vidal mala leche”, “Macri, Vidal, Kubar: Flexibilización laboral”, entre otros, pudieron verse en las redes sociales.
Además se pudo ver los mismos mensajes en los paredones que rodean a la fábrica láctea desde muy temprano.
Asimismo hubo repudio al intendente del PRO, y su esposa, Natalia Ruiz (Primer candidata a concejal) quien en su paso por los pasillos de la planta, donde había algunos trabajadores, saludó con un gesto muy particular. Por lo bajo y disimuladamente hizo fuck you a los presentes, aunque afortunadamente pudo ser retratado por una cámara fotográfica en el momento exacto en el que manifestaba su desprecio.
Comunicado de Mastellone
El lunes, La Serenísima emitió un comunicado firmado por Mastellone Hnos. mediante el cual repudiaron las manifestaciones de, según su concideración, “un reducido grupo de empleados de la Compañía” “contra el Presidente Mauricio Macri, la Gobernadora María Eugenia Vidal y el Intendente Darío Kubar”.
Además anticiparían: “La Compañía ya ha identificado a los responsables y se están evaluando las medidas disciplinarias a tomar”.
El respeto de la “comunidad Mastellone”, como ellos se autodefinen, no llega hasta el conjunto de los trabajadores, y su derecho a la libertad de expresión, que al tratarse de un derecho humano consagrado mundialmente y aceptado por la legislación de nuestro país no puede ser coaccionado por ningún límite espacial ni temporal, ni por la voluntad de empresarios inescrupulosos que ven en sus fábricas feudos medievales y en los trabajadores auténticos esclavos asalariados sin más derechos que el de generarles cuantiosos beneficios.
Las sanciones contra la libertad de expresión
Las “medidas disciplinarias a tomar” no se hicieron esperar demasiado. El martes 3 de octubre los trabajadores que se fotografiaron con los carteles que mostraron su disconformidad contra los funcionarios de la Alianza Cambiemos recibieron las sanciones, que se tratan de 10 días de suspensión.
En la argumentación para legitimar el accionar patronal, queriéndose atajar de lo que en realidad significa la acción disciplinaria, Mastellone Hnos. agrega que la “empresa garantiza LA LIBERTAD TOTAL DE opiniones políticas en la medida que las mismas no se manifiesten dentro de la empresa y en la medida que la misma no sea utilizada como un escenario de campaña política o de agresión personal a las personas”, además de considerar las manifestaciones de rechazo contra Vidal, Macri y Kubar como una “falta de respeto hacia su empleador”.
Sin embargo ya la visita de vidal está enmarcada dentro del marco de una campaña política, mientras que los trabajadores solo estaban manifestando indirectamente, porque nunca se acercaron a la funcionaria, su malestar por los efectos que las políticas de la Alianza Cambiemos está produciendo en el sector. Tampoco los adalides del respeto tomaron cartas en el asunto por las agresiones gestuales que los trabajadores recibieron por parte del intendente.
El comunicado entregado a los trabajadores suspendidos les finaliza advirtiendo que de volver a repetirse algún tipo de manifestación que “violente el pacifico ámbito de convivencia laboral” el responsable “será sancionado más severamente”…las bondades de la “comunidad” Mastellone.