El Museo Histórico Municipal se inauguró en el año 2001. Allí se distribuyeron las salas para el tanto al Museo Histórico y la Biblioteca Municipal. El galpón que se encontraba detrás era un espacio utilizado como depósito, pero siempre tuvo el propósito de ser, una pulpería. Si bien el proyecto fue presentado ante cada gestión que asumió, nunca pudo concretarse. Sin embargo, hoy es una realidad.
La historia de General Rodríguez se dividió en tres etapas: paraje, pueblo y partido. Estas tres etapas están representadas en el museo mediante sus diferentes salas instaladas. Una de ellas, es la sala Zulma Bressani, a quien se la homenajeó por su aporte a la construcción de la historia de nuestra ciudad, la cual es identificada como la etapa del pueblo mientras que la sala que representa el partido, se la nombró Laura Ferreyra de Villar.
Faltaba la sala que representase el paraje, época de la posta y los primeros caminos que unían el Cabildo de Buenos Aires con el Cabildo de Luján y aquí es donde surge la idea de representarla mediante una pulpería: la Pulpería lo de “Chiquito Gutiérrez”, la cual porta el nombre de un rodriguense que dedicó su vida al trabajo de campo.
Su construcción y uso del espacio
Previo a la pandemia, la construcción de la pulpería había comenzado con la restauración e instalación del techo, el cual fue realizado con la ayuda de la Asociación Amigos de la Cultura, que por obvias razones quedó detenida pero luego de dos años, la obra se retomó.
Si bien la pulpería es una representación, ya que no es auténtica, en ella se conserva mucha historia. El hecho de que sea una construcción antigua, con piezas originales como por ejemplo los ladrillos asentados en barro, se tuvo mucha precaución a la hora de realizar las reformas.
Dentro de la misma se pueden encontrar ponchos, una guitarra, botellas, jarros entre otros elementos que fueron donados por vecinos y vecinas cada vez que se acercaban a recorrer el museo, los cuales embellecieron y transformaron la obra en lo es. Además, tanto los bancos como los soportes para la mesada se realizaron con la madera que se reutilizó de un árbol, que debió ser retirado del patio del museo debido a que podía caerse sobre las casas lindantes.
En cuanto al nombre que lleva la pulpería, “Chiquito Gutiérrez”, la sugerencia llega por parte de Ángel Lepera, trabajador municipal y encargado de los trabajos de albañilería de la pulpería. Lo sugirió porque es una persona reconocida en el distrito, que a sus 90 años continúa vistiendo ropa gaucha y realizando tareas de campo como toda su vida. Su padre tenía un bar de campo en la intersección de lo que ahora conocemos como Intendente Manny y Av. 25 de Mayo, pleno centro de la cuidad actualmente, pero que en su momento no tenía boulevar, ni paso a nivel, y él siendo muy chico lo ayudó hasta su adolescencia a atender.
Por otra parte, cabe destacar que toda la sala fue hecha por personal municipal. Entre ellos la Cooperativa de Herrería y otras unidades productivas del Potenciar Trabajo, ya que se encargaron tanto de la limpieza como de acomodar toda la ambientación que se realizó al costado de la pulpería. También el grupo de pintura de la Secretaría de Vivienda, Servicios y Obras Públicas, quienes estuvieron ayudando y pintando el frente, y “Costumbres Nativas”, que contaron la historia de la pulpería y bailaron el día de su inauguración.
La pulpería puede ser visitada dentro de los horarios del museo, de lunes a viernes de 8 a 17hs y sábados y domingos por la tarde, la entrada es libre y gratuita.