“La UCR local actúa como un apéndice del PRO. Esa es su función en la Alianza Cambiemos de Gral. Rodríguez”.
La Unión Cívica Radical realizó dos revoluciones en Argentina. Cuenta con una profusa tradición política, una gran cantera ideológica, con principios éticos. Fundada en 1891, contó en sus filas tanto a Arturo Jauretche y a Raúl Scalabrini Ortiz, como a Yrigoyen, Frondizi, Illia, a Leandro N. Alem y a Raúl Alfonsín (por muchos considerado el “Padre de la Democracia”).
Es de destacar que, a finales del siglo XX y a principios del XXI el radicalismo, como fuerza política se mostró incapaz de conducir los destinos del país, lo que se tradujo en la imposibilidad que tuvieron sus representantes de terminar sus mandatos (el caso de De La Rúa es el síntoma más claro). Esta crisis inauguró un declive del radicalismo como estructura partidaria y una gran contradicción en su interior, al punto que comenzó a herirla de muerte.
Las elecciones del 2015, junto con el congreso del partido, previo al proceso electoral, donde Ernesto Sanz sumó los votos necesarios para convertir a la UCR en el partido que fiscalizó a la fuerza conservadora “Cambiemos” liderada por Mauricio Macri explicitó un proceso que puede llevar a la extinción a un partido político que, en sus valores y prácticas poco tiene que ver con el modelo político y socio-económico que proyecta el gobierno macrista.
Hoy aparecen pocas figuras que intentan rescatar los valores más interesantes del radicalismo. El sindicalista Sergio Palazzo, el político Leopoldo Moreau, el joven dirigente Leandro Santoro, son algunos representantes de esa matriz ideológica que fue rechazada por la cúpula que hoy dirige los destinos del partido centenario.
En nuestra localidad la casa que históricamente cumplió el rol de comité radical nos entrega una imagen que expresa con toda claridad este declive del segundo partido más importante de Argentina. El cartel de la UCR luce descolorido y desgarrado. Abandonado.
Mientras que, pegado a él, una blanca marquesina cuidadosamente diseñada que exhibe la consigna “CAMBIEMOS” ocupa el lugar central de la fachada del domicilio de la avenida Perón.
Se descuidó a la UCR para transformarla en la arquitectura electoral de un partido que carecía de presencia territorial a nivel nacional: el PRO de Macri. Así nació Cambiemos. Devorándose los restos de una Unión Cívica Radical que agoniza.
El partido en Gral. Rodríguez se creó por un proyecto presentado por mismísimo Hipólito Yrigoyen. José Trueba fue comisionado municipal en 1919 e intendente en 1927. En 1958 la UCR Intransigente ganó las elecciones. Intendente Donato De Laurenti.
También consiguió un senador provincial: Manuel Somoza.
En 1963, si bien ganó las elecciones la Unión Conservadora, el intendente elegido indirectamente por los concejales fue el Dr. Vicente Colobraro. Hay que destacar que en esta época la U.C.R. se había dividido en dos partidos: La U.C.R.I. (Unión Cívica Radical Intransigente) y la U.C.R. del Pueblo. En 1966, el gobierno del Dr. Illia fue derrocado por las fuerzas militares en complicidad con muchos civiles.
Con el advenimiento de la democracia, en 1983 es elegido como intendente Juan Lumbreras. El 30 de abril de 1987, sin embargo, fue destituido por presuntos hechos de corrupción. Los hijos de Lumbreras habían realizado contrataciones de servicios de computación sin realizar la licitación. No se comprobó malversación de fondos.
Lo sustituyó el arquitecto Alejandro Demarchi en 1987. Ese año se produjo el intento golpista de Semana Santa y los radicales, codo a codo con los peronistas, estuvieron resistiendo en Plaza de Mayo. Militantes de ambos partidos, juntos por primera vez, defendieron la democracia que tanto nos costó recuperar.
Esto nos recuerda cuando, en la movilización del 17 de octubre de 1945, el gran radical don Crisólogo Larralde, señalando a los peronistas que marchaban a defender a su líder, dijo: “Allí van nuestros hermanos”.
Lamentablemente, el actual contubernio con el macrismo que incluye a personajes ligados a las dictaduras genocidas y al conservadorismo que derrocó a Yrigoyen, está destruyendo los valores y los principios que durante décadas sostuvo la militancia radical.
Hoy, todos sus representantes oficiales integran el gobierno de Darío Kubar. En el poder ejecutivo (desempeñando cargos en la gestión), en el legislativo, votando todos y cada uno de los proyectos que propone la fuerza macrista. La UCR local actúa como un apéndice del PRO. Esa es su función en la Alianza Cambiemos de Gral. Rodríguez.
La pregunta es, ¿podrá salvarse al partido más antiguo de la Argentina de esta crisis fulminante o estará condenado a ser furgón de cola de proyectos políticos conservadores y neo-liberales?
Es cierto que existe un sin número de afiliados al partido que no comparten este giro a la derecha emprendido y no concuerdan con la línea asumida por el espacio. Tal vez recaiga en aquellos/as radicales que se enamoraron de Alfonsín y de su propuesta de vida, paz, salud, educación y comida, luego de la dictadura más sangrienta, de hacer resurgir al radicalismo como una propuesta popular. Hoy Unidad Ciudadana parece ser el espacio que más dialoga con la mejor tradición del radicalismo. Dependerá de quienes quieran ponerse al hombro la salvación del partido.
¡Cuánta vigencia tienen las palabras de Leandro N. Alem!: “¡Adelante los que quedan! ¡Ah! Cuánto bien ha podido hacer este partido si no hubiesen promediado ciertas causas y ciertos factores… ¡No importa! Todavía puede hacerse mucho. Pertenece principalmente a las nuevas generaciones. Ellas le dieron origen y ellas sabrán consumar la obra. ¡Deben consumarla!”.
Andrea Herrera, María Elena Villacorta, Osvaldo Jorge Silva, Néstor Rodríguez, Esteban Andrian Silva (Forja General Rodríguez).