El sábado por la noche policías de civil detuvieron sin motivo alguno a un vehículo, en el que viajaban tres jóvenes, uno de ellos perteneciente a la Juventud de Atilra. Los golpearon y les robaron dinero. Una amiga que viajaba en otro vehículo pudo llamar al 911, por lo que patrulleros se hicieron presentes en el lugar, aunque hicieron caso omiso de la situación y se fueron. El caso se denunció a la fiscalía a la espera del accionar de la justicia.
[dropcap style=’box’]S[/dropcap]abemos que estos casos no son casuales, ni se dan de manera aislada, hace tiempo que las fuerzas policiales se ven alentadas y respaldadas por el endurecimiento de las políticas represivas contra la protesta social y las órdenes del gobierno nacional de militarizar los barrios y las calles. La impunidad de las fuerzas, la criminalización de la juventud, el gatillo fácil y casos como la detención de los dos estudiantes universitarios de Jujuy de la Facultad de Agronomía de la UNJU, al igual que la represión a nuestros docentes, confirman las políticas de mano dura de la Alianza Cambiemos PRO-UCR.
En este caso le tocó a Nahuel Rodríguez, trabajador de Mastellone Hnos., integrante de la juventud de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra), cuando el sábado por la madrugada fue detenido por policías de civil mientras circulaba en su auto por la Autopista del Oeste con dos amigos. En otro auto se trasladan otro de sus amigos (Nahuel Nores) y dos amigas más, quienes advirtieron la situación y siguieron de largo para llamar a la policía pensando que eran víctimas de un robo. Se dirigían todos juntos a bailar a la ciudad de Moreno.
Lo que sucedió esa noche según el relato de las víctimas y los testigos:
Mientras se hiciera la denuncia en la Comisaría Segunda de Malvinas esa noche y después de que algunos de los chicos declararon en la fiscalía, el día lunes, sostuvimos varias entrevistas con las victimas quienes nos relataron lo sucedido.
Exactamente a las 2:49 de la madrugada (ya domingo 23 de abril) pasaban por el peaje de General Rodríguez para ingresar en la Autopista; la hora figura en el ticket del peaje. Nahuel Rodríguez viajaba en su auto, aunque iba como acompañante, conducía uno de sus amigos. Delante de ellos, iba otro grupo de amigos, en un Onix, que accedió por el telepeaje. El auto donde viajaba Nahuel se demoró más en pasar.
Casi llegando al puente de Francisco Álvarez, Nahuel y sus amigos comenzaron a ser perseguidos por una Partner que se les pone detrás, segundos después pasa lo mismo con una Ranger Blanca que también los acorrala. Entre ambos vehículos, y a punta de pistola, finalmente los detienen, haciendo descender a todos los pasajeros, y golpeándolos violentamente.
Los efectivos que al parecer se encontraban de civil, ya que no se habían identificado, actuaron de forma violenta en todo momento hasta que llegaron los móviles policiales (alertados por los amigos que viajaban en el otro auto) pero que sin embargo no se acercaron al lugar, ya que los agresores les habrían mostrado una identificación policial a unos 40 metros de donde los jóvenes estaban detenidos. Es en ese momento que los agredidos se dan cuenta que quienes los habían golpeado eran policías de civil y no una banda que los intentaba asaltar, como pensaban. Aunque vale aclarar que se les llevaron el dinero que tenían.
Tal fue la violencia con la que se manejaron que cuando Rodríguez levanta las manos del capote del auto para entregarle los documentos a unos de los policías de civil que se lo solicitó, luego de haber pedido permiso para mover sus manos, otro de los efectivos le rompe el tabique de un cabezazo. A la par, otro de los acompañantes de Nahuel, era reducido en el suelo con un arma en la cabeza, aunque en ningún momento ofrecieron resistencia.
Luego del episodio los efectivos de civil les dijeron a los jóvenes que se retiren, aunque circulando por colectora.
De allí los jóvenes se fueron hacia Las Malvinas, donde sintiéndose más protegidos bajaron de sus autos y charlaron sobre lo sucedido. Rodríguez por su parte, acompañado de su padre, decidió ir hasta el hospital a atenderse, lugar donde solicitó que se le hagan las pruebas de alcoholemia o test para cualquier otro tipo de drogas para poder demostrar que no había incurrido en delito alguno. Sin embargo le habría dicho que no tenían los medios para hacerlo.
Desde el hospital se dirigió hacia la Comisaria segunda de Malvinas, partido de General Rodríguez, donde radico una denuncia penal, en la se descreyó en todo momento lo que relataba, y en la que también solicito que se realizaran pruebas médicas para demostrar que no estaba bajo el efecto de ninguna droga que altere su comportamiento. Pero en la dependencia policial le dijeron que no les correspondía a ellos hacerlo.
Posteriormente le habrían informado, aun cuando existe el registro en el teléfono de los jóvenes, que no hay registro alguno del llamado al 911, ni de accionar policial reportado en la zona por algún patrullero.
Al día siguiente se debió acercar hasta el lugar de los hechos para ampliar detalles y el lunes por la mañana se presentó a declarar en la fiscalía. La declaración fue tomada por Gabriel López, secretario del Fiscal Federico Lupi, quien también tomo la declaración de los otros jóvenes que iban con Nahuel esa noche.
Por el momento las autoridades afirmaron que la investigación queda en manos de la fiscalía y que tomaría intervención asuntos internos, por lo cual ya no deben contestar ningún tipo de citación policial.
Cabe destacar que apenas se conoció este hecho, el joven y la organización de la cual forma parte recibieron la solidaridad de compañeras y compañeros, así como también de legisladores y organizaciones sindicales, estudiantiles y de derechos humanos de distintos puntos del país. Atilra Seccional General Rodríguez, emitió un comunicado al respecto.
Respaldo de Atilra
Luego de la golpiza recibida por un integrante de la Juventud de Atilra y otros dos jóvenes a manos de efectivos policiales que no vestían uniformes, el gremio emitió un comunicado repudiando los hechos y alertando sobre los comportamientos cada vez más represivos de las fuerzas de seguridad.
El lunes 24 de abril por la tarde la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra) lanzó un comunicado repudiando firmemente la golpiza recibida por Nahuel Rodríguez, trabajador de Mastellone Hnos. e integrante de la Juventud de Atilra, y otros dos jóvenes por parte de efectivos policiales de civil, en plena Autopista del Oeste, alrededor de las 3 de la madrugada del domingo 23 de abril, en autos sin ningún tipo de identificación.
Luego de exponer sintéticamente los hechos sufridos por el trabajador lácteo, el comunicado sostiene que lo ocurrido “reviste un carácter gravísimo y que es un termómetro de alerta frente a comportamientos de las fuerzas de seguridad del Estado que ponen en peligro el normal funcionamiento de la democracia”.
El texto también puntualiza el agravamiento cada vez más profundo de los hechos represivos desde que la Alianza Cambiemos asumiera el gobierno de la Argentina, remarcando que las practicas que comienzan a verse cotidianamente “son sinónimo de una metodología que nos recuerda, sin exageración alguna, a los tiempos de la dictadura cívico eclesiástico militar”.
Finalizando, el comunicado apela a la solidaridad de todas las organizaciones sociales, políticas, sindicales, de derechos humanos y de todo tipo, a repudiar fuertemente este hecho de violencia estatal y a su vez llama a estar atentos “frente a cualquier tipo de accionar que lleve adelante el Estado, a través de su fuerza pública, que ponga en peligro libertades individuales, derechos adquiridos, o que directamente violenten o violen tratados internacionales de derechos humanos, así como también los protocolos de detención que se deben ajustar, como es sabido, a derechos”.