Un paso genera alrededor de 7 vatios de electricidad.
La fuerza de la pisada puede generar energía eléctrica, gracias a la inducción electromagnética. El mecanismo se parece a un generador de electricidad, solo que en lugar de aire o agua son nuestros pasos los que lo accionan. El funcionamiento de los suelos se basa en recuperar la energía cinegética de nuestro cuerpo al caminar.
Las baldosas, de 45 x 60 centímetros, están pensadas para zonas en las que se concentra mucha gente, como estaciones de tren, de metro, de autobús, aeropuertos, colegios y centros comerciales. La energía generada por millones de pisadas puede ser utilizada en múltiples aplicaciones, como iluminación de señales, anuncios digitales o zonas Wi-Fi.
Las baldosas son resistentes al agua, por lo que pueden soportar lluvia, nieve y hielo; y las pruebas efectuadas han demostrado que podría durar al menos cinco años, pero la empresa que las genera afirma que lo ideal sería que duraran 20.
Las baldosas están diseñadas para reducir al mínimo la huella de carbono. El revestimiento superior está hecho de goma reciclada de neumáticos y aproximadamente el 80% de los polímeros utilizados para el resto de los componentes puede ser reciclado. Un paso genera alrededor de 7 vatios de electricidad, aunque depende del peso de la persona, y cada paso empuja 5 milímetros hacia abajo la goma al caminar sobre una de estas losetas, siendo 200 veces más eficiente que el primer modelo. No es una gran cantidad, pero suficiente como para aportar el 40% de la iluminación de la cancha de la favela de Brasil, por ejemplo. El sistema incluye una batería interna que almacena la energía, principalmente pensada para aprovecharse en el alumbrado público, paneles de publicidad, zonas wi-fi para cargar inalámbricamente nuestros teléfonos y relojes inteligentes.