En el foro de psicología social que se celebró en Hurlingham este sábado 3 de noviembre del corriente año, en uno de los talleres me encontré con la siguiente frase: “El mundo no lo cambiamos, pero si podemos ayudar a que todos empiecen a mirar un poquito más como nosotros, y ahí cambiar la mirada (…)” Dicha frase fue pronuncia por una de las talleristas. Y lo que ella encierra es toda una posición política.
En el foro de psicología social que se celebró en Hurlingham este sábado 3 de noviembre del corriente año, en uno de los talleres me encontré con la siguiente frase: “El mundo no lo cambiamos, pero si podemos ayudar a que todos empiecen a mirar un poquito más como nosotros, y ahí cambiar la mirada (…)” Dicha frase fue pronuncia por una de las talleristas. Y lo que ella encierra es toda una posición política. Es como decir “yo tengo la verdad y vengo a revelarles a ustedes.” Al usarla como disparador en el Bachillerato Popular una estudiante dijo lo siguiente: “un plato que esta vacío de comida, por más que cambie la mirada va a seguir vacío”.
Volviendo a estas estudiantes (de psicología social), parecieran pertenecer a un ala burocrática de un estado técnico administrativo, como es el estado neoliberal, pero el problema no son las estudiantes, lo que hay que revisar ahí es la formación académica. No debemos olvidar lo que cuenta el escritor y director de cine Cesar González, cuando en la cárcel la psicóloga le dijo que no podía ser poeta, que tenía que pensar en trabajar, y una vez que cumplió la condena publica su primer libro: “La Venganza Del Cordero Atado”.
En este punto creo estamos en condiciones de reformular la frase de la siguiente manera: “el mundo no lo podemos cambiar, solo o solas, siempre es con otros/as, en un nosotros/as producto del pensar colectivo el mundo que queremos”. Esto va en la línea de los principios de la psicología social, pues quien coordina un grupo debe coopensar, o sea pensar con el grupo, debe ser un facilitador y eso está lejos de hacer que piensen como nosotros/as.
Sin abandonar la crítica, pensemos en dos racionalidades, la primera: científico-técnica. La segunda: tradicional-cultural. Supongamos que se impone la racionalidad científico-técnica o sea el saber profesional, sobre la otra racionalidad, la tradicional-cultural, caemos en la frase citada, pretendiendo que “todos piensen un poco como nosotros” y de esa forma los cambios, que de ese proceso surge, son superficiales. Entonces ¿Cómo se sortea este problema? En primer lugar, hay que tener en cuenta que la ciencia es solo una de las tantas formas de conocer. Si decimos que es una de las tantas formas de conocer, es porque existieron y existen otras formas de producir saberes. Desconocer esto, es, invisibilizar las otras formas, como dijimos, de producir conocimientos.
Para ir aclarando el camino voy a usar un concepto, que encierra una contradicción, el concepto de “cooperativismo técnico”. En primer lugar, cuando hablamos de algo cooperativo, hablamos de lo colectivo, de lo popular. En segundo lugar, al referirnos a algo técnico, la sola idea nos remite a lo burocrático, a profesionales, a planificaciones que se realizan en oficinas, para aplicar lo planificado en el territorio, ejemplo obras de desagües que al no tener en cuenta el saber comunitario, empeoran la situación. Este concepto (cooperativismo técnico) une a los diferentes saberes, por ejemplo, cuando se interviene en una problemática que aqueja a la comunidad, lo que se hace es tomar como valido el saber tradicional-cultural para ampliar el abanico de conocimiento, poniendo en el mismo nivel que el saber científico-técnico, ambos son producto de la acumulación en un proceso de tiempo. Su interacción lleva a ampliar los saberes empoderando al grupo. Frente al problema, lo que hubo fue un estancamiento no escases de conocimientos.
En fin, al mundo no lo podemos cambiar, pero tampoco el camino es: “ayudar a que todos empiecen a mirar un poquito más como nosotros, y ahí cambiar la mirada” sino aprender con otros/as, cómo transformar la sociedad, como hacemos para que el plato este lleno producto de la igualdad de condiciones, construyendo profesionales con conciencia popular.