Por la recomposición salarial
El jueves 5 de diciembre el Consejo Directivo Nacional de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA) dio a conocer un comunicado en el que anunciaron que los trabajadores y trabajadoras de la industria láctea realizarían un paro total de actividades por 24 horas a partir del viernes 6 de diciembre, medida a la que se sumaría el trabajo sin horas extras los días sábado 7 y domingo 8 de diciembre.
La puesta en marcha de las medidas de fuerza inició días atrás cuando se realizaron masivas asambleas en todas las seccionales del país para dar a conocer la propuesta de aumento salarial hecha por las cámaras empresarias en la mesa paritaria. Fue en ese momento en que en las que las bases decidieron rechazarla de forma unánime e ir al paro.
Hace más de una hora esa decisión se materializó en General Rodríguez, donde el 100% de los afiliados y afiladas de la Seccional de Atilra paralizó por completo las plantas de producción de Mastellone Hnos. y Logística La Serenísima.
EL COMUNICADO DE ATILRA Y EL COMUNICADO DEL CIL
Ayer por la tarde el Consejo Directivo Nacional de Atilra emitió un duro comunicado en el que afirmaron que estas medidas de fuerza se tratan solo del inicio de un “plan de lucha” que continuará con “nuevas medidas de fuerza tendientes a salvaguardar la dignidad y el poder adquisitivo de los salarios de l@s Trabajador@s del sector”.
Por su parte el Centro de la Industria Lechera (CIL) también emitió un comunicado “en relación con las medidas anunciadas por ATILRA” horas antes. En el mismo la patronal indicó que “desde el comienzo de las negociaciones, la representación empresaria mostró la mejor predisposición para el dialogo”, y apeló “a la buena fe de todos para alcanzar un acuerdo que sea sustentable para la actividad”.
Algunas cuantas afirmaciones que escapan a la realidad de los últimos años, y al parecer a la percepción que las patronales tienen acerca de lo acontecido.
Ya que como bien lo viene afirmando el gremio, los productos elaborados y vendidos por las empresas lácteas no han parado de subir sus precios, hasta alcanzar de hecho alrededor del 90 por ciento de aumento, mientras que los salarios de los trabajadores no han podido recuperarse del deterioro que sufrieron por la inflación y el retraso de negociaciones salariales anteriores que además han sido a la baja. En todo ese camino las patronales han dilatado y desoído los permanentes reclamos de los trabajadores y las trabajadoras una y otra vez.
Ahora las patronales piden cordura; “esa cordura ellos no la tuvieron para cerrar las fábricas, para recortarnos derechos de nuestro convenio colectivo de trabajo, esa cordura no la tuvieron para reducir en un 30 por ciento el poder adquisitivo de los salarios y no tuvieron cordura, ni humildad cuando se nos empezó a atacar, y sabemos que muchos de esos ataques que sufrimos en estos años venían de las cámaras empresarias. ¿Ahora nos vienen a hablar de cordura?”, indicó Heber Ríos, Secretario General de Atilra Seccional General Rodríguez en la asamblea de trabajadores que se realizó el pasado lunes cuando se rechazó la oferta de la mesa paritaria.
SOBRE LA PROPUESTA DE AUMENTO SALARIAL
Las patronales sostienen que con su propuesta se lograría una recomposición salarial del 61 por ciento, una afirmación que no es más que una mera abstracción, pues toma “como base un 25 por ciento correspondiente al primer semestre del año 2019, cosa que no es así ya que ese 25 por ciento hay que restarle 2 puntos que pertenecen al año 2018 y que, como siempre, tardíamente, las cámaras abonaron recién en la segunda parte del año siguiente”, según aclaró el Consejo Directivo Nacional de Atilra en su Informe de Comisión Paritaria nacional. A esto se suma que un 4.5 por ciento de ese monto corre a cuenta de la negociación paritaria del año 2020.