En reclamo de recomposición salarial
El próximo miércoles 26 de junio la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA) llevará adelante un paro de 24 horas, como parte de un plan de lucha más amplio que entrará en marcha ante la negativa, por parte de las cámaras empresarias, del sector de reactualizar los salarios de los trabajadores lecheros y, por ende, de mejorar su poder adquisitivo.
La medida fue decidida por el Plenario de Secretarios Generales de Atilra, conjuntamente con el Consejo Directivo Nacional de la organización. La puesta en marcha de la huelga de 24 horas, comenzará a partir de las 00.00 hs. del próximo miércoles 26 de junio finalizando a las 00.00 hs. del jueves 27 de junio.
En un comunicado oficial emitido por el Concejo Directivo Nacional de Atilra el mismo que se conoció la medida destaca que “recomponer en forma inmediata el poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores lecheros, no implica otra cosa que permitir a las familias de los mismos poder sostener sus necesidades básicas satisfechas”.
Cabe destacar que, según manifiestan los delegados, los industriales les comunican que tienen la voluntad y están en condiciones de actualizar las remuneraciones, pero que son las propias cámaras las que se oponen, aduciendo que tienen mandato del Gobierno Nacional para proceder de esa manera. Esta mecánica de intromisión en la mesa paritaria de representantes del gobierno nacional comenzó a practicarse a partir de la asunción de Mauricio Macri y de la Alianza Cambiemos al gobierno del país, y sus intervenciones claramente han jugado a favor de las partes empresariales sin ningún tipo de tapujo.
Lo cierto es que, mientras los productos lácteos no han parado de aumentar, los salarios de los trabajadores permanecen congelados. Para muestra basta un botón; según los propios datos del INDEC, entre los productos que más aumentaron entre abril y mayo, cuatro productos lácteos se encuentran dentro del top ten de los que más subieron su precio.
En esa línea el comunicado aclara “que conjuntamente con la pérdida salarial, en igual medida se deterioraron los ingresos de aportes y contribuciones con destino a la salud de los trabajadores y sus familias, poniendo en peligro la continuidad y calidad de las prestaciones médico-asistenciales”.
Este será el inicio de un plan de lucha que continuará con nuevas medidas de fuerza que serán informadas a los trabajadores y trabajadoras a medida que se vayan determinando, hasta lograr una justa recomposición de los haberes, facultándose al Consejo Directivo a arbitrar las formas, modalidades, duración, etc., de las nuevas medidas que se tomarán.