Divide y precarizarás
Javier Milei anunció que no habrá paritaria nacional docente refiriéndose a que ese es un asunto que compete a las provincias, a las cuáles además les quitó por decreto una cantidad importante de fondos discrecionales, pero también del presupuesto educativo. Dicho en simples palabras, los docentes deberán negociar por separado con cada gobernador que además ahora cuenta con mucho menos presupuesto por la inflación y por decisión directa del presidente. Este último había dicho mientras estaba de gira por Israel y Europa que tomaría represalias contra quienes supuestamente le hicieron caer el proyecto de Ley Ómnibus en el Congreso. No aclaró Milei si era consciente de que los pesos de sus venganzas caerían no sobre los funcionarios sino sobre la población. Ahora los docentes de todo el país sufrirán esta postura.
¿Y en qué los afecta puntualmente que no haya paritaria nacional? Por un lado, genera montos muy diferentes de salario por provincia, haciendo que las que menos recursos tienen tengan salarios cercanos a la indigencia, como es el caso de Jujuy. Por el lado de las provincias con más recursos, les quita fondos que el estado nacional renovaba todos los años generando en la práctica una quita del salario nominal (algo que no se hacía desde la época de De La Rúa) y debilita su reclamo salarial al separarlo del conjunto de los docentes nacionales. Al mismo tiempo pone en aprietos a los gobernadores ya que les quita parte importante de los recursos destinados a programas de refuerzos, acompañamiento docente, plan FINES, educación superior y sobre todo incentivos docentes. En concreto Javier Milei quiere obligarlos a que lleven un programa de ajuste en sus respectivas provincias con tal de sostener el inicio de clases, y que si no lo hacen tengan que pagar el costo político frente a la población.
Lo que Milei no mide en estas acciones es que los gobernadores pagan un costo ya sea obedeciendo o enfrentándolo. ¿Qué elegirán?
Precios de ayer, salarios de 2023
El salario docente está atrasado desde antes de la devaluación de Sergio Massa previa a las elecciones generales… ¡del año pasado! En el medio hubo una corrida de precios previa a la asunción de Milei, luego una devaluación del 120% del peso y desde entonces una inflación diaria que nada tiene que ver con el ilusorio número de 20% anunciado hace unos días. Las facturas de luz, gas, el valor de las garrafas, el colectivo, la canasta básica, el alquiler, todo esto pone a los ingresos en la necesidad de alcanzar el umbral de los 600.000 pesos por mes para no ser pobre. El salario docente actual de un recién ingresado está 150.000 pesos abajo de eso; cabe aclarar, para los docentes con cargo completo, el resto está peor.
Sin una paritaria docente fuerte, con el estado nacional mediando, lo que ocurre es que se pierde el piso del salario y todo el mundo debe negociar por separado y a la baja. El docente norteño queda aislado del de la Patagonia o Buenos Aires. Todos entran a negociar cuánto más van a perder teniendo en cuenta que los aumentos en el costo de vida, según palabras del propio Milei, todavía no llegaron a su punto crítico.
Además, debemos tener en cuenta que el poder ejecutivo ordenó suspender el FONID, también conocido como Fondo Nacional de Incentivo Docente, que es un extra que se paga en los recibos de sueldo en carácter de “Incentivo Docente” y que varía entre el 10 y el 15% del sueldo total. Es decir, Javier Milei le recortó el 15% del salario nominal a los docentes.
Cuestiones de Fondo
Recortar el salario y el presupuesto en la educación tiene consecuencias que ya vivimos en décadas anteriores. Hablamos de la disminución de la matrícula, la mala distribución de vacantes escolares, la precarización de los edificios, los días de paro, el deterioro de la formación docente, la precarización del trabajo docente, las pruebas internacionales negativas (todavía más que ahora), la disminución de los saberes adquiridos en la escuela y la formación de un conjunto de escuelas élite, exclusivas para gente rica, que igualmente ofrecen mala calidad educativa.
Pero lo cierto es que los problemas de la escuela no son de ahora, sino que muchos vienen de hace 50 años: la dictadura militar y las sucesivas crisis económicas de la Argentina desde entonces han ido minando el sistema educativo hasta volverlo un espacio de contención y de trabajo precario. Prueba de ello es que de hecho una parte del salario docente se pague en negro a través de un fondo nacional discrecional que nunca se incorporó al salario formal docente. De hecho, el sueldo docente que nunca fue muy alto desde el 70’ en adelante, ha tenido una caída pronunciada desde fines del último gobierno de CFK y ni hablemos de Macri en adelante.
La mayoría de docentes de secundaria viven permanentemente buscando horas en escuelas o tratando de acumular las mismas en una institución lo que no les permite llegar nunca al salario completo de dos cargos (veinte horas) o bien repartirse en múltiples escuelas con un considerable costo de transporte y tiempo.
Existe mucha segregación escolar y mala distribución de los recursos: escuelas con 10 estudiantes, escuelas con 50 por aula.
Milei y sus seguidores se montan sobre esta tradición de problemas escolares y sueltan su ya conocida muletilla: “si durante x años no dijiste nada…”. Pero lo cierto es que el partido libertario no pretende mejorar u ordenar el sistema escolar sino liberarlo a las necesidades del mercado que diariamente nos prueba que no soluciona nada (y de hecho empeora casi todo).
Sin una paritaria nacional docente enseñar será cada vez más precario, cada vez menos rentable. Sin un reordenamiento y control de los fondos escolares, y sin una revisión de las estrategias de los últimos 50 años y un proyecto educativo a futuro, Milei sólo nos va a dejar lo que ya sabemos: aulas vacías, maestros en la calle.
¿Cómo me afecta esto a mí que salgo a laburar todos los días y gobierne quien gobierne salgo a laburar igual porque a mí nadie me paga nada y yo trabajo, no como los otros que no trabajan porque cobran un plan y los políticos se roban todo porque son comunistas?
Concretamente sus hijos recibirán una educación peor (todavía peor) y para tener clases todo el año deberá pagar una cuota muy pesada en un colegio privado donde le enseñaran a sus hijos a comportarse como un propietario odioso de esclavos, tendrá prácticamente nula posibilidad de insertarse en la educación superior, acceso a peores trabajos, menos conocimientos prácticos y teóricos y, la frutilla del postre, un aumento considerable del estrés en su vida diaria. No la de sus hijos, de la suya.
¿Qué propone Milei además de librar todo al capricho de los mercados? Ofrecer vouchers para ayudar a pagar a las familias acomodadas la cuota del colegio privado de sus hijos, y un vale por útiles con sobreprecio. ¿No es esta la libertad que usted quería?