Desidia municipal
Las denuncias y la movilización de un grupo de vecinos y productores de productos Frutihortícolas del barrio San Carlos de General Rodríguez lograron que desde hace un tiempo se detenga la entrada de camiones con basura y el egreso de camiones de tosca cesaran, sin embargo, a pesar también de las denuncias, el lugar aún continua lleno de basura que, además de producir un mal olor constante, se constituye en una fuente de contaminación de las napas y los cultivos que se encuentran a escasos metros de las plantaciones de verduras.
VdP Noticias se acercó para hablar con los productores locales, muchos de ellos nucleados en la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), quienes nos informaron sobre la compleja situación del basural y cava ubicado en un predio de 17 hectáreas en San Carlos que no encuentra resolución hasta el momento.
Inocencio es uno de los trabajadores que planta y cosecha una gran cantidad de verduras en el predio contiguo, que luego, en su mayoría, son vendidas en General Rodríguez. Él es también uno de los que viene llevando adelante la lucha no solo para denunciar la situación sino también para que el gobierno local reitre la basura que queda y realice un saneamiento.
HISTORIA DEL BASURAL
Hace dos años aproximadamente comenzaron a transformar el predio, que estaría a cargo de un vecino que nombran como “Juan”, en un basural. Comenzó con algunas cosas tiradas para, paulatinamente, ir creciendo y recibiendo todo tipo de residuos, atmosféricos, incluso industriales y hasta hospitalarios, nos contó Inocencio. Muchos de los vecinos podían empezar a ver, e incluso registrar imágenes, de los camiones que ingresaban cotidianamente a descargar basura en el lugar, y llevarse otros cargados de tosca.
Fruto de los reclamos y la organización de quienes viven en la zona, continúa relatando Inocencio, dejaron de arrojar basura. Sin embargo “después empezaron devuelta y cuando empezamos a preguntar nos dijeron que eran ramas nada más y que no pasaba nada, así que lo permitimos. No podíamos ver a cada rato ni ir todos los días porque trabajamos todos los días la tierra y escuchamos el ruido de máquinas y camiones, hasta que nos dimos cuenta, alertados por los incendios, que otra vez ya había mucha basura”.
Los vecinos volvieron a realizar reclamos en la municipalidad, “y no nos dieron pelota, y siguieron avanzando cada vez más. Trabajaban los feriados, los domingos, y en ese transcurso dejaron el lugar como lo ven”.
Quienes trabajaban con las máquinas, hacían cavas de varios metros de profundidad, la tosca se la llevaban en camiones, rellenaban con basura y arriba le tiraban tierra negra, explica Inocencio.
Hace unos 4 meses aproximadamente, cansados de la falta de respuestas, los trabajadores nucleados en la UTT, se movilizaron hacia el municipio y, gracias a la protesta, lograron que finalmente el 7 de febrero el gobierno de Darío Kubar clausure el lugar, el mismo lugar que desconocían, pero al que ingresaban camiones de la Delegación municipal de Malvinas.
Los vecinos en ese momento, frente a los funcionarios y medios locales, no dejaban de mencionar el nombre “Antúnez”, quien indicaron sería el gestor y organizador de la maniobra. Algo que también indicó el ocupante del predio, Juan, de donde se extraía la tosca y se enterraba la basura (Próxima nota en VdP Noticias).
SIN RESOLUCIÓN FINAL
Pero la clausura no implico que el gobierno llevase a cabo algún tipo de limpieza en el lugar a pesar de que según los vecinos se habían comprometido a hacerlo; “estamos esperando que venga alguno que nos diga que van a hacer con el basural, pero hasta ahora no hay ninguna novedad y eso realmente nos preocupa. Se siente el olor, con el viento que va para las casas, Como producimos alimento también es un peligro, porque el alimento que producimos lo consume el pueblo y tendríamos problemas a la larga”, agrego, mientras nos contaba los hechos, nos iba indicando los lugares donde podían verse las pilas de basura arrojada a cielo abierto y las amenazas que había recibido en los días de protesta.
Solo unos metros separan el basural de los invernaderos donde los productores trabajan una gran cantidad de cultivos frescos, ese es uno de los motivos principales de los constantes reclamos de los mismo: “Cuando esta la basura acá va a las napas la contaminación y nosotros bebemos el agua del pozo, los animales que criamos la toman, y estaríamos regando los cultivos con esa agua contaminada, el futuro es oscuro para los que producimos”.