Finalmente se oficializó esta semana que la edición 2019 de la Exposición de Desarrollo Local no se realizará. Antes de las elecciones, había sido postergada por el gobierno municipal para noviembre por “razones climáticas”. Sin embargo, entonces trascendía que las razones climáticas no serían las razones concretas que derivaron en la suspensión.
Desde varios sectores se decía que la participación de las empresas locales durante el evento era escasa, algo que afectaba directamente a la organización ya que gran parte del evento se sustenta con el pago de los stands que instalan las mismas. Además, se indicaba que la adhesión de auspiciantes era prácticamente nula, todo ello sumado a las deudas que el municipio comandado por Darío Kubar mantendría con proveedores de la edición 2018.
Este último dato surgió hace poco más de un mes del proyecto de Decreto que presentaron los concejales del Frente de Todos en una sesión del HCD, a raíz del análisis que hicieron de la Rendición de Cuentas del periodo 2018.
Se trataría de una deuda de 520.000 pesos y otra de 710.500 pesos, supuestamente contraída con José María Baravalle (por el alquiler de alfombras, sillas plásticas, escritorios, y stands, entre otras cosas) y a Carolina Camacho (Por el sonido, iluminación, pantalla y video, backline, escenario, estructuras de contención y sonido del sector VIP).
Luego de la derrota electoral, y con los números de las arcas municipales en rojo, no parece tan sorpresiva la decisión de suspender definitivamente la Expodel. La pregunta que surge ahora es que pasará con los empresarios que ya habrían pagado los stands.