Los trabajadores siguen trabajando a “reglamento” en Mastellone Hnos. y se reunieron nuevamente en la seccional Gral. Rodríguez de Atilra para informarse, debatir y elaborar un plan de acción ante la continua profundización de la embestida patronal.
[dropcap style=’box’]L[/dropcap]ejos de volver atrás con la medida de descontar el día de paro a los trabajadores, la dirección de Mastellone Hnos. continua profundizando la embestida, desinformando e intentando dividir para poder lograr su objetivo final, que no es ni más ni menos que empujar hacia la baja al Convenio Colectivo de trabajo.
Los trabajadores afiliados a la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA) volvieron a reunirse en la seccional General Rodríguez para debatir sobre el momento actual que atraviesan los trabajadores lecheros y la clase obrera en general ante este ataque permanente y articulado del gobierno nacional, los medios de comunicación y las patronales.
El jueves 9 de junio fue el turno de los sectores de Envasado, Carga, Taller 1 y Compresores, que se reunieron con la comisión interna del sindicato. En este sentido, Julio Sigales, delegado General, señalo que a diferencia de otras veces, las reuniones que se desarrollan actualmente no son para hablar de “nuevas conquistas, como estábamos acostumbrados”, sino que se enfrenta a una realidad en la que “hay que resistir”.
“Hoy nos toca que nos descuenten un día por defender nuestros derechos” agregaba Sigales, explicando que durante los años que estuvo al frente la actual conducción del gremio las conquistas y logros que se adquirieron para los trabajadores lecheros han sido el fruto de la lucha y el apoyo brindado por todos los trabajadores. En este sentido, remarcó que lo que hoy se encuentra en juego es “nuestro salario, nuestro convenio. Quieren revertir la situación a la ley de contrato de trabajo barriendo con las conquistas plasmadas en el convenio” y que claramente se encuentra detrás de este cambio de táctica para con los trabajadores, el director de hecho de la ex empresa familiar, Luis Pagani, quien, desde que compro un paquete de acciones de Mastellone Hnos., no ha dejado de enfrentar a los trabajadores.
“Es hora de que demostremos la unión que hemos construido” exclamaba Sigales, remarcando el trabajo cotidiano que viene apuntalando desde la seccional general de Rodríguez el dirigente Heber Ríos. El contrapunto para afirmar la expuesto es siempre la situación de flexibilización laboral que debieron sufrir a finales de la década del 90, cuando la empresa negocio individualmente las bajas de salario y la caída de derechos laborales con amenazas de despidos que, igualmente se concretaron, de a centenares. En este sentido uno de los trabajadores presentes solicito enfáticamente “que salgan todos a bancar. Si no me toca a mí, le toca al de al lado. Hay q salir a defender, no podemos volver a callarnos como paso cuando se iban los que teníamos a nuestro alrededor”.
Otro trabajador remarco la insistencia de la empresa por dividir al movimiento obrero y por intentar instalar la idea de que la crisis del sector es generada por los niveles salariales de los empleados, cuestión desmentida por un análisis concreto de los números y las cifras que manejan en la industria, del cual los destinados a sostener la mano de obra son ínfimos en relación con el precio al que se venden los productos.
Julio Sigales remarcó que la única negociación posible que aceptará el gremio es la de adquirir mejoras para los trabajadores y, al respecto, se comentó sobre la utilización que el gobierno y las patronales hicieron de la crisis de la empresa láctea SanCor, generada por la incapacidad de sus directivos, para extorsionar al gremio y los trabajadores y así intentar dar por tierra con el Convenio.
Muchos trabajadores hicieron hincapié en la necesidad de que haya circulación de información proveniente de los representantes gremiales para poder responder a todas las preguntas y necesidades que puedan surgir entre los trabajadores, además de que esto se complemente con charlas constantes brindadas con los delegados encargados de los distintos sectores y con el acercamiento de los propios trabajadores hasta la oficina gremial.
Para finalizar, todos estuvieron de acuerdo en reforzar los reclamos hacia la empresa para que cumpla con los derechos de los trabajadores. En este sentido algunos expusieron que muchas veces se “aprieta a los empleados” que acuden al sindicato para hacer algún tipo de reclamo, por lo que se dejó totalmente claro que la respuesta inmediata debe ser la comunicación al gremio para que tome medidas al respecto.
“Todo lo que ganamos no es porque de a uno lo ganamos frente a la empresa, lo ganamos juntos y juntos tenemos q defenderlo”, sintetizaba uno de los trabajadores.
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Uno de los temas tratados durante la reunión del jueves fue la situación crítica general que atraviesa el movimiento obrero de nuestro país y no solo los del sector lechero. En este sentido fueron muchas las voces que respaldaron la necesidad de la solidaridad con diversos gremios que se encuentren en conflicto como mecanismo para generar lazos de unidad que sirvan como freno a las políticas de ajuste.
El delegado general de la Comisión interna señalo como una herramienta que apunta hacia eso a la Corriente Federal de Trabajadores de la CGT, una confluencia de gremios articulados para la defensa de los intereses de la clase enfrentando tanto a los sectores patronales como al gobierno de la oligarquía argentina encabezado por Mauricio Macri.
De hecho, como parte de la CFT, Atilra acompañó a los trabajadores de la empresa Cartocor, que se encuentran en plena negociación paritaria y cuya patronal se trata del mismo Luis Pagani.
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[infobox title=’Reflexiones compartidas’]
Nada hay más certero que las vivencias en la fábrica, ni termómetro más representativo sobre la situación general que se está viviendo que el testimonio de un trabajador. Al respecto cabe destacar la intervención de uno de ellos, que la mayoría de los compañeros presentes rescataron una y otra vez en la charla.
“El descuento fue la prueba, sabíamos que lo iban a hacer. Algunos tienen miedo, pero todos tienen además bronca contra los empresarios, y además eso nos acercó más al sindicato. Los encargados tratan de convencernos de que no lo hagamos, esa es su estrategia. Pero nosotros ya hace rato que dejamos de escucharlos. Nosotros mismos tenemos que empezar a empujar, hacerles notar las cosas en las que están incumpliendo, nosotros tenemos mucho para reclamar, conocemos más que nadie la fábrica. Si nos quieren hacer firmar algo en contra de nuestros derechos tenemos que enfrentarlos, apoyarnos en otros compañeros si nos vienen a apurar. Si nos llaman aparte no tenemos que hablar con ellos, tenemos que acudir a los delegados”.
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