Un camión que volcó, y los intentos por sacarle logos del municipio, en las tierras que se encuentran en posesión de Graciela Cheong desnudaría un posible negocio de venta ilegal de tierras.
En medio de la polvareda que comienza a levantar el caso del apriete sufrido por una reconocida vecina de Malvinas para que abandone los lotes que tiene en posesión se dio una situación insólita.
El miércoles 20 de septiembre, alrededor de las 17 horas, se produjo el vuelco de un camión cargado con tosca que en cuestión de minutos pasó de tener reconocimiento oficial del Municipio de General Rodríguez a no tenerlo.
El camión se encontraba trabajando dentro de los terrenos que tiene en posesión Graciela Cheong, que desde hace ya varios días sufre la irrupción de maquinaria que aparentemente estaría rellenando el lugar.
Según trascendió, sería un funcionario municipal quien habría retirado minutos después del accidente las calcomanías municipales pegadas en las puertas del camión. Por alguna razón intentaban que los vehículos que trabajan en el lugar no sean identificados como parte del municipio de General Rodríguez.
Esa misma tarde Graciela Cheong público a través de las redes novedades sobre los problemas que viene sufriendo, y que estarían relacionados con cuestiones públicas que competen a toda la población rodriguense. “Averigüe dos cosas muy importantes en la concejalía, la primera es que el predio donde vivo, pertenece a la provincia de Bs. As. Porque Carlos Álvarez y Trueba lo cedió junto a otros predios para desagote fluvial. Por lo tanto no se puede comprar ni vender”, aseguro Cheong, agregando que el segundo dato importante que tuvo, se lo comunicó el presidente del bloque de concejales oficialistas de la Alianza Cambiemos, Fabián Polverini. Se trata de que “el predio donde yo vivo lo compro la empresa La Perlita”.
Ante el conocimiento de estos datos, la atinada pregunta que se realiza la vecina de Malvinas es “¿Quién está vendiendo predios estatales a particulares?”, sobre todo cuando, según Cheong, el Concejo Deliberante no tomó conocimiento acerca de ninguna venta de esos terrenos, ni siquiera de que se estuviera levantando allí un playón de estacionamiento de colectivos.