El pasado viernes 3 de abril se produjeron en las puertas de los bancos estatales largas filas de personas, sobre todo de adultos mayores, esperando cobrar desde jubilaciones hasta los haberes de programas sociales. Esto comprometió la aplicación efectiva de la cuarentena obligatoria declarada por el gobierno nacional para evitar la propagación del Coronavirus en nuestro país.
Desde los medios masivos de comunicación y sectores de la oposición política rápidamente salieron a atacar tanto al gobierno como a los trabajadores bancarios, responsabilizándolos por el colapso de las filas en los bancos.
Buscando las verdaderas causas de lo ocurrido, desde VdP Noticas realizamos una entrevista a Miguel Pastorini, Secretario General de la Comisión Gremial Interna Chivilcoy y Secretario de Administración de La Bancaria Chivilcoy, Congresal nacional y delegado nacional de la CGT. Los trabajadores y trabajadoras bancarias de General Rodríguez se encuentran bajo la órbita de esta seccional que abarca 25 ciudades, desde nuestra localidad hasta Carlos Casares.
El representante gremial del gremio encabezado por Sergio Palazzo, aseguro que la situación que se dio el viernes pasado en los bancos de la provincia de Buenos Aires no fue muy distinta a la que se dio en entidades bancarias del resto del país y que claramente se produjeron errores, pero no solo de logística, sino que apunto contra las profundas y verdaderas causas.
“Algunas enseñanzas debe dejar esto. El problema se va a volver a repetir”, señaló Pastorini, quien enfatizo sosteniendo que la cuarentena “se vio empañada por los grupos concentrados de poder, por los banqueros, que ocultaron su responsabilidad”.
Profundizando más en la respuesta, agregó que “la carga de pagar jubilaciones y pensiones se las concentro en un solo día. Lo que no se había pagado antes con lo que no había vencido, se adelantaron los pagos, como si eso fuera poco, y se coincidió también con los planes sociales, entonces era a todas luces claro lo que iba a ocurrir. El gremio advirtió que iba a ocurrir esto”.
La otra parte del problema, continuó el referente gremial, fue la forma en la que se reparte la carga social. “Los bancos privados, extranjeros fundamentalmente, grandes concentradores de crédito, los que se han llenado el bolsillo con el esfuerzo de todos los argentinos especulando con los títulos públicos, las leliqs y demás, de la fiesta financiera que fue el anterior período de gobierno, ellos no quieren pagar jubilaciones porque no les da ganancia ni rentabilidad, son personas que ganan poco dinero y a los cuales se les puede sacar poco entonces el Estado deja, desde la época de Martínez de Hoz, porque esto lo hizo la dictadura militar junto con Martínez de Hoz de desregular el sistema financiero, y entre las consecuencias gravísimas que tiene esa decisión para la población en general esta esto”.
La decisión de pagar o no jubilaciones queda de esta forma a merced del criterio financiero de los bancos, que se oponen a pagar ante la falta de rentabilidad a obtener en dicho sector. Pastorini explica esto como “un diseño de puerto madero de bancos, o sea para empresarios, gente particular de grandes ingresos. Después está la banca privada nacional, la banca pública y la cooperativa para hacer, “el rezago” de lo que queda. Ellos se quedan con la crema y dejan el resto a los demás. Eso hay que solucionarlo, sino se van a volver a repetir estas situaciones. Lo vemos todos los meses. Largas colas en algunos lugares y en otros nada. ¿Por qué tienen que tener esas penurias los trabajadores, la sociedad, los jubilados, los sectores más débiles de la sociedad? Hay que resolverlo y para eso es necesario una reforma financiera. Para poner el esfuerzo del ahorro al servicio de todos”.
Un efecto más nocivo aun para el pueblo argentino ocasionado por aquella reforma financiera que aún sigue en pie, es la concentración del crédito en estas entidades, lo que ocasiona que “un trabajador deba pagar una altísima tasa de interés o no tiene la viabilidad de tener un préstamo hipotecario para hacerse su casa, y además de eso todo lo que derrama, porque no es el campo el que derrama, sino el trabajo que derrama trabajo. Debemos buscar ese ciclo virtuoso”.
El representante de La Bancaria Chivilcoy enfatizo en que es necesario “tomar el toro por las astas”, ya que “mientras la sociedad hace un esfuerzo, los formadores de precios levantan el valor de las mercancías, del alimento de los trabajadores, de los desocupados, de los cuenta propistas”.