El conflicto laboral en la empresa de la ciudad de Luján. Los pasos en la lucha por la reincorporación del trabajador despedido, y en la necesaria normalización de los contratos de trabajo de los demás trabajadores de acuerdo al convenio Colectivo de Trabajo correspondiente.
[dropcap style=’box’]E[/dropcap]l miércoles 1 de febrero los trabajadores de Lácteos Mepi habían decidido llevar adelante una medida de fuerza a raíz del despido de Eduardo Martin, quien trabaja para la empresa desde hace más de 24 años, y que ante la inspección desarrollada por el Ministerio de Trabajo a pedido de Atilra después de que detectara la existencia de la fábrica, fue despedido por el dueño, Franco Melone, agravando aún más la situación de Martin, que trabajó siempre “en negro”.
Llegaron al lugar los trabajadores de la empresa y el compañero despedido, junto a trabajadores de Logística La Serenísima, Mastellone Hnos. y la Salamandra. Sin bloquear en ningún momento las puertas de entrada y salida de la planta y con el cese total de actividades por parte de los trabajadores, se acercó Melone manifestándoles que la protesta que estaban llevando a cabo era ilegal, lo cual fue rebatido por los presentes, quienes esgrimieron que lo ilegal es no respetar las leyes laborales, que fue lo que hizo con él.
Posteriormente llegó el otro dueño con su hija tratando de intimidar filmando a quienes reclamaban, pero ante la adhesión total de los trabajadores, los mismos dueños tuvieron que salir a hacer los repartos.
Heber Ríos, Secretario General de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra), nos contó sobre la medida de fuerza que estaban acompañando en la empresa ubicada en Luján: “Venimos reclamando hace varias semanas por intermedio del Ministerio de Trabajo de la Delegación Luján, que realizó una inspección en la fábrica y detectó que efectivamente había una serie de irregularidades en cuanto al pago de los salarios y el registro de algunos trabajadores. Es decir, que estaban trabajando en negro. Uno de los casos extremos es el caso de Martín que presta hace 24 años servicios en la empresa”.
Mientras el gremio se encontraba llevando adelante el proceso de negociación, y con el compromiso de la parte empresarial de regularizar la situación laboral de todos los trabajadores, despidieron a Martín, negando toda posibilidad de reincorporación.
Con la denuncia correspondiente realizada al Ministerio de Trabajo, el jueves 2 de febrero concurrieron a una reunión todas las partes en la dependencia de Lujan de dicho organismo. Sin Embargo el Ministerio, como era de esperarse en el contexto actual, decidió no dictar la conciliación obligatoria, lo que habría significado retrotraer toda la situación, reincorporando al trabajador despedido y levantando la medida de fuerza.
“Esto debe ser sumamente angustiante para el compañero que viene prestando servicios hace casi 25 años” agregaba Ríos, remarcando lo angustiante que debió ser para el trabajador el hecho de haberse presentado a trabajar como todos los días y que los dueños le hayan impedido el ingreso. En este sentido, agregó que la actitud patronal “no sorprende porque es la actitud que vienen sosteniendo los empresarios, están con el pecho inflado, con espíritu de revancha por los años en que los trabajadores han podido gozar de un salario digno”.
“Este compañero no puede quedar en la calle. Es una persona discapacitada que hace casi 25 años trabaja en el lugar, y le pagan de esta manera. Es inconcebible. Son negreros, no se los puede catalogar de otra manera” continuaba afirmando el dirigente gremial, quien también sostuvo que “La unidad es un sello distintivo de la organización sindical, es el resultado del trabajo que venimos realizando hace muchísimos años tratando de fortalecer los lazos de unidad entre los trabajadores. Esto se logró. Todos los trabajadores que integramos Atilra lo entendemos así. Hoy como accionaron contra este compañero, mañana lo van a hacer con el resto y por eso decidieron tomar la medida. Si no nos defendemos entre trabajadores nadie nos va a venir a defender. Festejo la iniciativa de los trabajadores de Lácteos Mepi”.
De hecho esto se pudo ver corroborado cuando ese mismo miércoles que el Ministerio rechazó dictar la conciliación obligatoria. La patronal lejos de reincorporar al trabajador despedido envió cartas documento a los obreros que llevaban adelante el cese de actividades intimándolos a regresar a sus puestos laborales en el lapso de las 24 horas a riesgo de ser despedidos. Esto provoco que Martín pensara aceptar la indemnización que quería proponer el dueño de Mepi y así lo comunicó a sus compañeros, que en cambio, unánimemente decidieron continuar luchando hasta que la patronal reincorpore al trabajador a su puesto de trabajo y regularice la situación del resto.
“Nosotros hace poco tiempo que tomamos conocimiento que estaba trabajando, y fueron los mismos compañeros que se acercaron a la organización porque conocen la manera que tiene de actuar Atilra y no los vamos a defraudar. Si nos mantenemos unidos en esta medida de fuerza que estamos llevando adelante vamos a lograr que se reincorpore al compañero. Atentan contra la clase trabajadora, están intentando dividirnos, intentan debilitar al movimiento obrero. Pero a quienes conformamos Atilra no nos van a doblegar” finalizaba Heber Ríos.
La medida de fuerza continuó con acampe permanente hasta el marte 7. Durante todo ese tiempo, los trabajadores en todo ese tiempo no solo recibieron la solidaridad de los vecinos del barrio, sino que también recibieron el apoyo de concejales de la ciudad de Lujan, agrupaciones políticas y gremios de otras actividades, parte de la Corriente Federal de Trabajadores CGT, organización de la cual también forma parte Atilra. Entre ellos Satsaid, Curtidores, Sitraju, Cerveceros, Sadop, La Bancaria, STM Lujan, y Gráficos.