Un triunfo de la casta
La denominada Ley de Bases que se acaba de aprobar en el “Honorable” Congreso de la Nación es un amplio conjunto de modificaciones a las leyes argentinas vigentes, produciendo de hecho una reforma constitucional sin llamado a Asamblea Constituyente, sin consultar a la población y perjudicando a la casi totalidad de la población ya sea quitándole derechos, sometiéndolos a regímenes de trabajo peores, posibilitando la venta de activos públicos, reduciendo las partidas presupuestarias, aumentando los despidos en el estado, subiendo la edad jubilatoria y otorgando mayor poder a una figura presidencial que (siendo prudentes) frecuentemente muestra gestos de falta de idoneidad para el cargo que desempeña.
La media sanción de la ley se dio por la conjunción de los bloques del PRO (Vidal), el radicalismo (De Loredo), La Libertad Avanza (Lemoine), Hacemos Coalición Federal (Pichetto) y votos de las provincias. De esta manera, ahora la ley pasa al Senado para definir si se aprueba, se rechaza o se modifica. En caso de ser aprobada, alcanzará el estatus de ley a pesar de los múltiples puntos de inconstitucionalidad que contiene y de ser una ley contraria a la voluntad general de la población.
Todos los artículos de la ley perjudican de manera directa a al menos un sector de la población, mostrando en los hechos la total falta de representación política de las mayorías y un comportamiento de los actores políticos absolutamente divorciado de la realidad cotidiana. Las instituciones democráticas quedan prácticamente reducidas a un mero trámite sin vínculo con la población y sin rendirle cuentas.
Diferentes gremios, sindicatos, agrupaciones estudiantiles y políticas ya han manifestado su rechazo a lo que consideran un acto de prepotencia de una ínfima minoría contra el país. Ya están previstos paros, movilizaciones y denuncias de inconstitucionalidad en el poder judicial.
Todo indicaría que la conflictividad social irá en aumento. Previsiblemente también el presidente calificará estas acciones de resistencia como reacciones de la casta.
Las Buenas Nuevas
La media sanción de hoy es el principio para aprobar una ley reducida en relación con la fallida ley original, pero que en términos objetivos sigue siendo un atropello a los derechos de la población de características masivas.
¿Qué establece la ley concretamente? Bueno…
- Se terminan las moratorias jubilatorias, es decir, quienes no tienen aportes ya sea porque fueron robados por sus patrones, la falta endémica de trabajo desde hace 40 años o por irregularidades en su contratación, ya no podrán jubilarse y deberán o depender de sus familias, o seguir trabajando hasta morir con dolor y en la pobreza. Parece exagerado, pero es descriptivo.
- Se habilita una reforma laboral regresiva que le otorga un poder descomunal a la patronal en detrimento de los asalariados. Entre otras cosas, extiende los períodos de prueba a seis meses, modifica el régimen de horarios, condona deudas por trabajo no registrado, crea un fondo cese laboral para que el trabajador pague por su propio despido y de hecho pierda poder de negociación en la relación laboral, y crea el estatus de trabajador independiente que es básicamente una legalización del trabajo precario.
- Se sube la edad jubilatoria: en vez de pensar en trasladar parte de las ganancias que el sistema produce para que un empresario tenga cinco autos o veinte propiedades, se le da sustentabilidad al sistema obligando a las mujeres a trabajar hasta los 65 años, con dolor y sin fuerzas. En síntesis, más años trabajando para la misma jubilación que hoy en día es de indigencia.
- Se autoriza la venta del paquete accionario de empresas estatales para ser rematadas a precio vil a compradores privados. Aerolíneas Argentinas, Radio y Televisión Argentinas, Intercargo, Enarsa, entre otras quedan habilitadas para su venta total. Mientras que un amplio espectro de otras empresas como Aysa o Banco Nación serán parcialmente privatizadas. La mayoría de estas empresas que prestan servicios esenciales a la población ahora serán instrumento para generar ganancia privada.
- Se restablece el impuesto a las ganancias para compensar la condonación de impuestos a empresarios multimillonarios.
- Se quitan impuestos y se ofrecen incentivos a la inversión de grandes capitales. ¿Tiene dinero? No pague impuestos. También se quitan impuestos a los bienes personales reduciendo así el presupuesto nacional.
- Se otorgan facultades extraordinarias en materia energética, administrativa, económica y financiera, otorgando a Javier Milei (que cada 24 horas da muestras de insania) la posibilidad de tomar deuda sin pasar por el Congreso y modificar la estructura del estado a capricho.
El mundo al revés
Esta ley obtuvo media sanción por el lobby de empresas, las amenazas del gobierno, pero fundamentalmente porque quienes tienen la obligación de tratarla no están obligados de ninguna manera a responder a su base de votantes. Pueden de hecho aprobar una legislación abusiva sin tener consecuencias legales por ello. En cambio, el poder económico ordena y de manera eficaz qué leyes se votan y se aprueban en estos recintos.
Paradójicamente, la casta empresarial (inmutable, imperturbable) dirige a la casta política (que vive otra realidad ajena a lo que legisla) para que legisle a favor de sus intereses, mientras la cabeza del estado dice que combate a la casta mientras daña al 99% de la población.
La reacción está del lado de los trabajadores, los desempleados, los precarizados, los jubilados y los estudiantes. Varias veces en la historia argentina se han sancionado leyes vergonzosas para la dignidad nacional, pero han sido las luchas populares las que han dado marcha atrás.
Milei conserva gran apoyo popular a su gestión, pero pocos de sus simpatizantes entienden el daño que se autoinflingen. ¿Cuál será la respuesta de la sociedad a esta ley vergonzante en favor de una plutocracia? Está por verse…