Mauricio Jeldres, o como lo conocen todos en el pueblo “Mauricio el fileteador”, tiene 58 años, vive en el barrio Bicentenario y hace más de treinta años que pinta letras y dibujos en cualquier tipo de superficie. Letrista por oficio, de naturaleza autodidacta y vocación genuina, encontró en el mundo del arte una pasión que intenta transmitir a través de cada una de sus obras. Esta iniciativa de aprender por sus propios medios lo llevó a interesarse en la técnica del fileteado porteño. Se trata de un estilo caracterizado por líneas que se convierten en espirales, colores fuertes, simetrías recurrentes y efectos tridimensionales, mediante sombras y perspectivas.
A través de tutoriales y con la ayuda de las redes sociales, empezó a incorporar este arte en los trabajos que realiza. La pintoresca técnica del “filete”, surgida a principios del siglo XX, sigue estando fuertemente visible en las calles de la Ciudad de Buenos Aires, aunque en otros lugares parece estar un poco olvidada. Frente a esta situación, Mauricio se propone la misión de “revivir el fileteado porteño en nuestra ciudad” para recuperar un poco de esa historia que le pertenece a las argentinas y los argentinos.
“Es una expresión artística autóctona y emblemática. El fileteado le da vida a cada obra en cuanto a los colores, los dibujos y las figuras. Por ejemplo, si aplicas esta técnica a un cartel que dice kiosco le das mayor fuerza y protagonismo”, cuenta. Esta potencia que menciona Mauricio viene dada también por el amplio abanico decorativo que conforma al fileteado porteño. Son usuales las estilizaciones de animales, flores, hojas, pájaros, piedras preciosas, entre otras.
En cuanto a la técnica, Jeldres relata que es muy parecida a la del letrista, por eso la incorporó con mayor facilidad. “Mi experiencia como pintor y dibujante me ayudó mucho a convertirme en fileteador autodidacta ya que se usan los mismos materiales y los pinceles son similares”, dice. Pese a que hoy muchos artistas utilizan acrílicos u otro tipo de pinturas, él opta por trabajar con esmaltes sintéticos, respetando la tradición del fileteado porteño.
Sus primeros fileteados en General Rodríguez
Además de ser letrista y fileteador, Mauricio se desempeña como trabajador municipal en nuestra ciudad desde hace 26 años. Sin duda, reconoce que gracias a sus compañeros y compañeras de las distintas áreas se le fueron abriendo puertas para poder dar a conocer y difundir su arte. Es por eso que hoy tiene la responsabilidad de aplicar el fileteado porteño en la cartelería del municipio.
“La idea es empezar a aplicar esta técnica en los distintos carteles de bienvenida”, comenta el artista. Además, fue quien le dio vida a la nueva fachada del histórico “Viejo Bar”, a 50 años de su inauguración. “Hice tanto la escarapela que se encuentra al costado de la puerta como el cartel que se descubrió en el frente”, señala. Por otro lado, cabe destacar que fue el encargado de pintar el Predio de la Estación Cultural, lugar donde se pueden apreciar varias de sus obras. En este espacio también pintó las nuevas estanterías que se construyeron para la Feria de Artesanos.
Para cumplir con su meta de “llenar de fileteado porteño” la ciudad, comenzó hace 6 meses a dar clases en la Asociación de Artistas Plásticos Rodriguenses (AAPRO), lugar donde se dictan talleres y se realizan exposiciones de arte. “Las clases son aptas para todo público, la idea es que los alumnos puedan acercarse a esta técnica y hacer sus propias obras. Sólo se necesita una hoja, un papel y un lápiz negro”, expresa Mauricio. Este curso tiene un valor de $2000 por mes, quienes quieran sumarse pueden dirigirse a la calle Mariano Moreno 600, a partir del 2 de julio, de 9 a 11 de la mañana.
Mauricio, además, hace trabajos a pedido, como pasacalles y carteles publicitarios. También cuenta que hace poco empezó a interiorizarse en la técnica del “pinstriping” americano, que es el arte de pintar con líneas extremadamente finas. Se trata de un estilo de decoración que se encuentra muy presente en los autos, bicicletas y motos. “Ahora estoy implementando este tipo de dibujos para los vehículos de un grupo de motoqueros de General Rodríguez”, cuenta. Quienes quieran contratarlo pueden comunicarse con él al siguiente número de teléfono: 11 7044 8416.
Proyectos y reflexión
El sueño de Mauricio no es convertirse en una estrella, sino que más gente se sume a este camino artístico. “Se piensa que este arte murió, cuando en realidad no es así. Es importante que los y las rodriguenses vean y sepan que se está haciendo acá”, sostiene. En ese sentido, se intenta recuperar también la esencia del fileteado porteño, que desde sus orígenes estuvo ligado al barrio y a lo popular.
“Todos los paradones de nuestra ciudad deberían estar pintados. El arte para mí es muy significativo y expresivo, uno lo hace para que otras personas lo vean y disfruten”, destaca. En cuanto a sus proyectos a futuro, menciona que la idea es poder hablar con aquellas personas que tengan un paredón en sus casas y proponerles hacer un mural con fileteado porteño. “Se trata de difundirlo para que se pueda apreciar. El arte siempre está ahí, pero hay que seguir luchando para que se pueda mostrar”, concluye.