El martes por la noche, el abogado de las y los trabajadores Luis Roa fue entrevistado por el programa de Radio Atilra, El Mero Fondo, donde se refirió al reciente autonombramiento de Horacio Rosatti, presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN), como presidente del Consejo de la Magistratura, órgano designado para tener un control, precisamente, sobre el poder judicial.
Roa comenzó afirmando que esta cuestión no es un mero debate legal, sino que se trata de un tema “que nos concierne a todos y no solo a los abogados. No es una cuestión judicial sino política, y tiene que ver con las estructuras de poder en la argentina”.
El Consejo es un organismo creado por la constitución nacional en 1994 que tiene la función de designar, supervisar y remover a los jueces además de manejar la administración del poder judicial de la nación. Esto, en concreto, “significa tener el control de los jueces. Semejante poder tiene que ser equilibrado. Lo que está en discusión en este momento es como se lleva adelante o como se ejecuta un fallo controvertido del 16 de diciembre pasado de la CSJN donde dice que el Consejo de la Magistratura va a ser presidido por el presidente de la CSJN. Esto implica un profundo desnivel en la reasignación de los poderes dentro de las funciones del estado”.
Mediante este esquema, continuo el abogado, se marcha hacia un esquema en el cual los jueces están siendo controlados por los propios jueces. Se trata, ni más ni menos, que de un esquema diseñado por lo que Roa denomina “sadomenemismo” en la década del 90.
“El concejo de la magistratura se fue configurando sobre la lógica de la mayoría automática del menemismo y con un Consejo de la Magistratura de 20 miembros donde había una fuerte preeminencia de los propios jueces. Luego este concejo de la magistratura fue reformado en el 2006 y se pasó a un esquema de 13 miembros y esto es lo que está en discusión. 16 años después, la CSJN está diciendo que esa ley es inconstitucional y que hay que volver al diseño de 1997 donde los jefes de todo son los miembros de la CSJN en la figura de su presidente«, explicó.
Los favores de Macri
Rosatti al frente de la CSJN fue un invento del ex presidente Mauricio Macri, quien lo metió al organismo “por la banderola”, junto a su abogado Carlos Rosenkrantz, hoy vicepresidente de la CSJN.
La gran estafa se da por el hecho de que Rosatti fue uno de los que voto en el fallo de la corte del 16 de diciembre, un fallo que en los hechos lo tuvo como juez y parte, por lo que “con este fallo Rosatti se autodesigna presidente del concejo de la magistratura, estando más allá del bien y del mal”.
Ante este suceso, Roa no dudo en asegurar que “se tiraron por la borda las instituciones y la división de poderes. En el fallo del 16 de diciembre la corte le da 120 días al parlamento para que dicte una ley y sino la dicta se aplica lo que dicte la corte, de esta forma se la corte se atribuye facultades legislativas”.
Una cuestión Popular
Roa no dudo un segundo en afirmar que esta situación solo puede revertirse “con el involucramiento de las organizaciones populares. Me provoca cierta penita el voluntarismo de nuestros diputados y senadores cuando le piden por favor a la corte que le den 90 días para dictar una nueva ley…estamos hablando del poder real, y no saben de misericordia. El poder se ejerce y lo están ejerciendo brutalmente. Contra esto se deben utilizar todos los espacios institucionales que aún están jugando para los espacios populares, pero también hay que vertebrar a los sectores populares organizados para poder ir construyendo un sentido común. Como hacerle sentir a cualquier hijo de vecino que estamos hablando de su vida cotidiana”.
Al respecto, y a modo de ejemplo, el abogado comento que solo pudo salirse de la lógica del sadomenemismo y de la corte de la mayoría automática, “con la movilización popular. A un precio alto, pero con una enorme movilización del 2001 que interpeló y desafío realmente a esta corte. El 17 de octubre no solamente fue la reacción frente a un poder conservador que no quería dejar de ocupar su lugar, sino frente a una pretensión de que todo el poder fuera a la corte y dejar de lado las hasta ese momento módicas reformas sociales que había hasta 1945 en la argentina. Eso se desarticulo poniendo al pueblo en la plaza de la historia”.
Este poder popular puede y debe generarse creando un sentido común que represente los intereses de los sectores populares, agrego. Ellos lo hacen a su manera, “sino como podemos pensar que el Colegio de Abogados de la calle Montevideo pida porque la corte tome las riendas del CdlM. Ese colegio es una cueva de garcas y aristócratas de triple apellido que han estado con todos los golpes cívicos militares y están en todos los negocios, lavados de dinero, empresas Offshore, y son todos los abogados y los hijos y nietos de abogados que han estado en todos los negocios que han perjudicado al pueblo argentino. El simposio de Ideas también está pidiendo que el poder vaya a la corte, que expresa claramente al capital concentrado, también la Cámara de Comercio Estadounidense en la Argentina”.
Para finalizar, Luis Roa afirmo que “para hacer una tortilla hay que romper los huevos. Hay que generar determinadas tensiones que implican poner los puntos sobre las íes, porque si no vamos a tener una democracia de cascara vacía. La gobernabilidad del café descafeinado y la cerveza sin alcohol, honestamente, no conduce muy lejos”.