A partir de la frase de Macri; “el tener trabajo es una bendición”, hacemos un recorrido por la antropología, para desmenuzar y quitarle inocencia a lo dicho, y justificar desde tiempos arcaicos la importancia del trabajo en la humanidad, entendiendo como la única actividad que pone al humano en contacto con la realidad.
[dropcap style=’box’]T[/dropcap]ener trabajo es una bendición”, esta frase la dijo el presidente de este país. Debemos en principio dejar de lado la bandera política para pensar un poco más objetivamente lo dicho, si el trabajo es un bendición, los bendecidos no son todos, se que nos podrán decir desde cualquier religión que se profesa, que para Dios somos todos iguales, desde la práctica religiosa es así, pero nosotros acá queremos llevar al lector hacia el significado de esta frase, “tener trabajo es una bendición”, significado que cobra todo un sentido político en este contexto y con este gobierno, y ahí la palabra bendición pasa a ser una blasfemia.
¿Por qué blasfemia?
El trabajo es un derecho, no fue Juan Domingo Perón el primero en decirlo, ya desde las últimas décadas del siglo XIX las organizaciones obreras lo decían con hechos y lo pagaron con muertos, muertos que fueron condenados a la pena capital desde el estado, desde la justicia, que por su puesto estaba en manos de los que defendían a los que ponían sus capitales para explotar a la naturaleza y en esa explotación, depredo recursos naturales, la vida pasó a ser una mercancía más y como tal tuvo un precio en el mercado. De ahí encontrar bosques vírgenes hoy es una bendición, encontrar ríos claros y sin contaminar es una bendición. No es malo el trabajo. Vamos a tomar de una corriente ideológica la sentencia que asevera que el trabajo humanizo a la humanidad, o sea que con el trabajo aparece la característica peculiar que nos define como especie frente a las demás especies. Pensemos en los primeros humanos sobre la tierra creando rudimentarias herramientas para dominar la naturaleza y así sobrevivir, cazando y recolectando, luego cuando algunos empiezan a convertirse en sedentarios, vino la domesticación de plantas y animales, todas estas actividades necesitaron de la fuerza del trabajo para que sean realizadas. Y el trabajo organizo en sociedades a esas primeras mujeres y a esos primeros hombres, se necesito nombrar las cosas para distinguirlas, nombrar las acciones para transmitirlas, con ello apareció el lenguaje y apareció la cultura, el arte, la religión, las tradiciones y más adelante la organización política y económica, luego vinieron los imperios (dentro de los más conocidos; el griego y el romano). Esto que comenzó en los albores de la humanidad como una actividad para la supervivencia se transforma en el proceso evolutivo en explotación del hombre por el hombre, perfeccionada por el capitalismo en sus diferentes fases.
Con este breve y apretado recorrido decimos que el trabajo no solo es un derecho, sino además es el motor que humanizo a la humanidad y dio origen a las diferentes formas de organización que tienen todas las culturas sobre la tierra, pero que también han tenido y tendrán. Entonces el trabajo viene de la mano con lo humano y por ello es también un derecho humano. Cuando un gobierno responde a los intereses de las corporaciones atropella decididamente vulnerando este derecho. La ecuación es simple, los que más tienen, constantemente van a usar todos los medios para convencer a los que menos tienen, convencerlos de que la pobreza es culpa de los pobres y así convertir a las víctimas en victimarios, es, para decirlo de otro modo, como se dice comúnmente; “yo vivo de mi trabajo y a mí la política no me da de comer”, y así se desvía la responsabilidad, ocultando que todo lo que los trabajadores conseguimos lo hemos hecho gracias a la sangre de tanta gente que quedó en el camino, luchando por arrebatarles a los que más tienen nuestros derechos. Por ello es una blasfemia la frase del presidente de la nación, y también una vil canallada porque así quiere justificar las políticas de ajuste que vive el pueblo. Para finalizar, el pueblo que tomo una postura no dice vivo gracias a mi trabajo, porque sabe que acá nos salvamos todos o de otra manera cada cual por su cuenta es presa fácil.
Feliz año nuevo…