En varias oportunidades solemos tomar decisiones equivocadas, desafortunadas, tanto en el hacer, como en el no hacer. Existen matrimonios que por sostenerse dentro de una determinada situación social o económica sobreviven hasta la muerte, negándose el derecho sublime de la felicidad, que no es otro que el derecho a ser libres, aunque tengamos que andar comiendo hinojo que brota al costado de las vías. Siempre aparecerán los hijos de por medio, el haberse juramentado amor eterno delante de un cura, el qué dirán de los que actúan exactamente igual que ellos, en fin, no será difícil adivinar porqué oscuro y triste rincón andará llorando la soledad, la infelicidad, o como deseemos llamarla en casos como éstos.
Casi la totalidad de las acciones e inacciones humanas se asemejan y rondan generalmente sobre lo mismo; el poder y la “felicidad” que estas generen. Lo sucedido con Santiago Maldonado, con el Fiscal Nisman y ahora con el submarino misteriosamente desaparecido, dejan al descubierto un macabro escenario, en que la figura central de esta apuesta, no es otra que sostenerse en el poder, y para ello, será necesario acumular confianza hasta de actos que no provocan absolutamente nada positivo, hasta en los propios y más crédulos ciudadanos, que han ofrendado su voto a este gobierno, miran de reojo, ya no confían como antes. Fortaleciendo esta percepción, con la infalible maquinaria del poder mediático, quien luego traducirá la mentira en verdad corroborada fehacientemente por la voz de la Justicia, quien girará luego lo macabro, cargándoselo en la espalda de la oposición, demonizada desde mucho antes de iniciar su mandato. Los medios masivos de comunicación y la certificación de la Justicia, unidas, hermanas en un pantalla de televisión, bombardeando minuto a minuto, de modo particular a los sobresalientes ex funcionarios del anterior gobierno, que más molestan y han molestado a sus desaforados apetitos e inoperancias varias, mostrándolos esposados conducidos desde los tribunales a la cárcel, como si los hubiesen sorprendido segundos antes de arrojar una bomba armados hasta los dientes.
Hasta el momento, la Justicia no ha podido demostrar que el suicidio del Fiscal Nisman, aparezca como un asesinato. Ni cómo Julio De Vido, máximo hacedor de la mayor obra pública, se haya generado en toda la historia de nuestro país, se le ha encontrado fragante de corrupción en las miles de obras que intervino en su gestión. A Amado Boudou, quien traspasó los fondos de las AFJP para crear luego el ANSES, organismo desde donde se desarrolló la mayor distribución de la riqueza a favor de los más vulnerables, la guillotina viene amenazándole cortar su cabeza, ya hace más de 5 años, el caso Ciccone que abre puertas con vientos contrario que se deberán urgente desviar. También preso sin sentencia firme. Al igual que Milagro Sala, quien ostenta gruesas telas de arañas entre sus axilas y codos, presa allá en Jujuy, por haber cometido la osadía de ser “negra”, luchadora y hacedora de bien en favor de los “negros” de su pueblo. Imperdonable para el demócrata y republicano radical, Gerardo Morales, hoy abrazado a las mieles macristas. Nada es casual.
Hay que estar muy ajeno al actual ajetreo político para no advertir cómo funciona el macrismo. Para poder alcanzar un resultado favorable en la última elección, chuparon al joven Santiago Maldonado, y días antes del escrutinio lo “aparecieron”, con la clara intención de shockear la sensibilidad de la gente y así alcanzar más votos. López revoleando millones de dólares, para tapar la derrota de Río Cuarto, que los ponía al descubierto de un fraude en la provincia de Córdoba, cuando obtuvieron la presidencia hacía apenas unos meses. Hoy desaparece un Submarino misteriosamente, buscado hasta por la NASA… y claro, uno se vuelve un mal pensado, y le es imposible evitar estar permanentemente atento, cual será lo que hoy o mañana este gobierno nos sorprenderá en su mundo de pesadillas.
Es penoso, y duele por cierto, saber que 44 argentinos desaparezcan en el fondo del mar atrapados dentro de los fierros de un submarino, y jugar a suerte o verdad con esta desgracia, es definitivamente macabro, como no deja de serlo, que una Reforma Laboral, se esté pergeñando a espaldas del un pueblo apenado por una desgracia, pero que posibilitará, lograda su aprobación, más desgracia para su desgracia. Los medios, los voceros del actual gobierno, sólo hablan de la suerte que pueden estar corriendo estos 44 compatriotas, pero ninguno de éstos, arriman un ojo a los millones de trabajadores que a través de la probable sanción de una Ley, arrimarán mucho menos alimento para sus hijos. Esto, en un país probadamente rico como el nuestro, tampoco deja de ser un hecho macabro.