La amenaza al periodista local Alejandro Krewski, propiciada por alguien que realizaría pintadas para Natalia Ruiz (Pre candidata a concejal y esposa del Intendente Darío Kubar) es un arrebato de soberbia e impunidad. Se puede estar en desacuerdo con las ideas vertidas en un informe pero recurrir a la amenaza es una táctica violenta que directa o indirectamente responde a un sector ideológico.
[dropcap style=’box’]L[/dropcap]a amenaza al periodista local Alejandro Krewski, propiciada por alguien que realizaría pintadas para Natalia Ruiz (Pre candidata a concejal y esposa del Intendente Darío Kubar) es un arrebato de soberbia e impunidad. Se puede estar en desacuerdo con las ideas vertidas en un informe pero recurrir a la amenaza es una táctica violenta que directa o indirectamente responde a un sector ideológico.
La realidad cotidiana nos marca a las claras que las medidas del gobierno no fueron otras que las de perseguir a quienes discrepan del modelo político que han implementado desde el 10 de Diciembre del 2015, no vemos otra cosa que la imposición de un mecanismo perverso utilizado en la última dictadura.
El blindaje mediático y la operación de los periodistas cínicos no es otra cosa que un método para adormecer la reflexión colectiva.
¿Quién piensa por nosotros? Al parecer no somos sujetos librepensantes, levantamos una bandera mentirosa, nos despojamos de la política, como si miráramos la realidad desde una tribuna. Todo lo que se dice desde las corporaciones mediáticas, se repite en el sentido común.
Cuando se baja una línea, en los casos de los cortes de avenidas en el centro de la ciudad de Buenos Aires, el encabezado de los medios es: “Caos en la ciudad por piquetes” y el discurso del sentido común se manifiesta de la siguiente manera: “otra vez estos negros cortando una calle, pero que vayan a trabajar”. En este ejemplo se grafica como se baja la información. Con un encabezado que dice: “caos en la ciudad…” lo que se hace es disparar la intolerancia al otro, y en ese disparo se emite el discurso que mencionamos antes. El poder genera las condiciones para que pensemos lo que se necesita pensar, para oscurecernos a las miradas aquello que no les conviene y nos hacen temer a esa oscuridad.
Ese terror eficaz, ahora, en la psicología de la sociedad, genero las condiciones para gobierne Macri. ¿Cómo, la gente voto con miedo? No lo sabemos, pero si podemos ver que no se detuvo a analizar en profundidad, no lo hizo porque no le interesa la política a gran parte de la sociedad, es que con sangre y fuego nos despolitizaron y después con la democracia corrupta lograron que no creamos. Aunque la recuperación de consignas y a partir de ahí una parte de la sociedad se organizó en estos últimos años no alcanzo para frenar el ascenso de Macri al gobierno.
Caemos en la conclusión de que si una persona que sería cercana al poder político de turno amenaza con impunidad, es porque se han generado las condiciones para que ello ocurra. La intolerancia desatada por las políticas neoliberales que son aplicadas por el gobierno municipal sin piedad afectando la vida cotidiana de las personas del distrito, y que vienen desde arriba, desde el gobierno nacional, ese gobierno que realiza un atropello brutal mediante decretos que ponen en riesgo a la democracia, preparan un marco en las esferas del poder que hacen que los sujetos que pertenecen a esa esfera de poder se sientan impunes, intocables y por ello pueden hacer lo que les venga en ganas. Pero ojo, ni las balas, ni las torturas, ni la persecución, ni el terror doblegaron a quienes informan con ética periodística, fue todo lo contrario, esa ética puso en jaque al poder de turno.