Algunos señalamientos a la opinión vertida por el edil respecto de la emergencia laboral y el desempleo
[dropcap style=’box’]D[/dropcap]ías atrás el concejal de la Alianza Cambiemos PRO UCR, Francisco Pin, afirmó que la situación actual que atraviesa la sociedad no amerita la sanción de una emergencia laboral, y que el empleo se ha recuperado en los últimos meses.
Resulta sumamente llamativo y preocupante que un legislador, abogado y docente de nuestra ciudad incurra en este tipo de imprecisiones. Creemos que es necesario hacer algunos señalamientos al respecto.
De acuerdo con último informe técnico publicado por el INDEC correspondiente a la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), para los partidos del Gran Buenos Aires la desocupación en el Primer trimestre de 2017 alcanzó el 11,8%, mientras la proporción de personas ocupadas que actualmente están buscando más trabajo (tasa de ocupados demandantes de empleo) trepó al 15,8% para el mismo trimestre y territorio. Se trata de una tendencia ascendente que se acelera con el cierre de fábricas producto de las políticas de apertura indiscriminada de las importaciones, la crisis inflacionaria y la caída del poder adquisitivo de los salarios, que se agudiza dramáticamente cuando observamos a la población joven y a las mujeres trabajadoras.
Para los olvidadizos, recordemos que en la Argentina del 2002, el desempleo había alcanzado su pico histórico llegando al 21,5% de la población económicamente activa. Ese mismo año, el 57% de las personas se situó por debajo de la línea de pobreza. Desde entonces, la tendencia de la tasa de desempleo descendió, hasta estabilizarse durante el primer lustro de esta década por debajo de los 2 dígitos, hasta el primer trimestre de 2016.
Las cifras oficialistas marcan a las claras que el desempleo crece y su tendencia actual nos habla de una profunda crisis social.
Si nos concentramos en General Rodríguez, lo primero que advertimos es que se trata de una ciudad que posee un fuerte desarrollo industrial y agropecuario. No obstante, nuestros jóvenes no tienen oportunidades de formación de calidad ni de empleos dignos.
En un contexto de agudización del desempleo y la pobreza, esto se traduce en diferentes emergentes frente a los cuales, las autoridades locales deberían ofrecer respuestas sustantivas, en lugar de negar la realidad desde la comodidad que ofrece el Consejo Deliberante.
La necesidad de declarar la emergencia laboral implica ofrecer respuesta a una sociedad en la que por falta de empleo comienzan a proliferar la deserción escolar, los conflictos convivenciales, la violencia de género, la violencia institucional, la pobreza, la indigencia, el trabajo informal y precario, el delito, y la exclusión.
Alguien que fue elegido para gestionar para el bienestar general de la población debería tener en cuenta que el aumento de las problemáticas como las anteriormente mencionadas deberían ser el foco de su atención.
Negar la realidad no resuelve los problemas de nuestra ciudad, y para eso hoy ocupa el lugar que tiene.
Cecilia Anigstein | Socióloga
Mariana Balbi | Profesora en geografía
Alejandra Medina | Docente de nivel primario
Clara Domenech | Profesora de Arte