Siempre me gustó muchísimo la forma ensayo. Mi libro favorito de Borges es un libro de ensayos. Me gusta el ejercicio de observar un objeto (un cuento, por ejemplo) desde todos sus ángulos y ponerlo del revés o macerarlo con otras cosas. Me gusta que se note el pensador detrás de los andamios que monta para acercarse a la obra; me gusta lo dialógico, lo abierto, lo perecedero.
Por eso elegí leer este libro de Juan Mattio, afortunadamente. Se convirtió en uno de esos libros con los que convivo. Tengo frases marcadas y comentarios apuntados. Revisito sus propuestas y trato de ejercitarlas por mi cuenta. Juego a hacer “lo que hizo Mattio en tal ensayo”, a leer un cuento desde “lo que propuso Mattio en este otro ensayo”.
Su praxis lectora no tiene que ver con acumular lecturas sino con “volver a construir modos de indagación y contacto con el objeto”. La biblioteca infinita suele oscilar para nosotros entre la bendición y el castigo. El mundo de las letras ha dado muchos libros más de los que puede leer un mortal. Asumirnos lectores desde este otro lado y leer de diferentes maneras una obra, le ofrece vitalidad a nuestro proyecto: algo que crece y cambia tiene cualidades más enriquecedoras. Leer en comunidad, leer en distintos períodos, leer desde otros esquemas de comprensión crea capas que dan formas irregulares al objeto de lectura.
Sin embargo, el análisis crítico o teórico, para Mattio, “construye la ficción de una distancia neutra con los objetos”, y en respuesta a esa posición propone los “paisajes mentales”, que no sólo implican el objeto de análisis sino las contingencias de la vida misma y el ánimo que tengamos en el momento de embarcarnos en ese análisis.
El ensayo “Mi padre me entregó a la ficción”, por ejemplo, tiene un análisis impecable e interesantísimo de la película de 1995 Seven, el cuento “La muerte y la brújula” de Borges y el género policial. Pero esa elaboración no sucede de manera independiente al racconto de Mattio acerca de su experiencia infantil viendo la película con su padre y la relación que compartía con él.
Mis ensayos favoritos son “Realismo y post-apocalipsis”, porque me resultó muy esclarecedor para pensar la función de la distopía y la utopía en la actualidad; y “Marxismo gótico” porque actualiza la resonancia de las casas embrujadas, fantasmas o cementerios en este momento histórico del desarrollo productivo, que tiene sus características específicas. Elijo estos si me obligan a elegir, pero si no, los recomiendo a todos y cada uno.
Sus análisis se ocupan de literatura, películas, series e incluso animé de géneros pulp, porque cree en “la ciencia ficción, el terror y el noir como síntomas políticos de una imaginación social colapsada”. Por mucho que reincida la academia en el análisis del realismo, creo firmemente que estos géneros que nombra Mattio permiten traer al debate aspectos de nuestra realidad de maneras muy interesantes y productivas. Puede que el ejercicio de acercarnos con insolencia a estas obras inaugure formas de pensar que nos ayuden a establecer alguna distancia, aunque sea mínima, con las maneras de pensar que hemos aprendido, y que quizás solo nos sirven para reproducir las condiciones con las que ya no queremos lidiar.
Es mi libro favorito del 2023, a pesar de que lo leí contados días antes de que el año termine, porque no soy la misma que antes de leerlo. Ni lo son las películas que vi, los libros que leí, el arte que observé. Esta recomendación es también un deseo de que ustedes también se asomen a buscar nuevas formas de leer.
- Idioma: español
- Editorial: Godot
- Autora: Juan Mattio
- Cantidad de páginas: 120
- Año: 2023