Una reciente investigación del Instituto Argentino de Profesores Universitarios de Costos (I.A.P.U.Co.), calculo cual es la verdadera incidencia del costo de la mano de obra en el valor final del producto en la industria láctea y determino que apenas se trata del 4%, desarmando el discurso oficialista sobre los costos laborales.
[dropcap style=’box’]E[/dropcap]l Instituto Argentino de Profesores Universitarios de Costos (I.A.P.U.Co.) es una institución que nuclea a los docentes argentinos expertos en la disciplina Costos y materias afines, un auténtico referente a nivel nacional en el análisis de costos. IAPUCo ha realizado un reciente trabajo de investigación sobre cuál es la verdadera incidencia del costo de la mano de obra en el valor final del producto en la industria láctea, ante las recientes envestidas del gobierno nacional y de un sector del empresariado que acusa a los salarios de los trabajadores de la industria como responsables del precio final de los productos, la crisis en el sector y la pérdida de competitividad de las empresas.
Se realizó un observatorio de la industria láctea analizando todos los componentes en la conformación de los precios, que es lo se paga cuando se compra un producto lácteo. Estos productos que se elaboran a partir de la leche que sale del tambo se denominan mix de productos. El IAPUCo calculo un promedio de ese mix de productos por litro de leche y le puso un valor para marzo de 2017 de $ 18.06. De ese monto solo 0,83 centavos son utilizados para pagarle a los trabajadores lecheros, es decir el costo de la mano de obra. Básicamente es como si de ese litro que se está comprando solo dos cucharadas se destinaran a los trabajadores. Lo que representa apenas un 4 %, mientras que aproximadamente un 29 % le corresponde al productor, otro 29 % al comercio, un 27% a la industria y el resto en impuestos.
Teniendo en cuenta estos porcentajes, si se quisiera bajar los costos de los alimentos al público y los trabajadores hicieran el esfuerzo de resignar ingresos, no se lograría bajar más que unos pocos centavos de lo que vale el producto en góndola, ya que es mínimo el costo de la mano de obra en el valor final del producto.
Lo que queda claro luego de esta investigación es que la competitividad de la industria y los precios al público no dependen de lo que cobran los trabajadores. Los números revelan una vez más lo que desde la organización gremial de los lecheros, Atilra, vienen advirtiendo. Una minoría ha arribado al gobierno y dio paso libre para la flexibilización laboral que impulsan los patrones para todo el sector.
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