Con la consigna en contra del ajuste que el gobierno intenta aplicar, las Madres de Plaza de Mayo llevaron adelante la histórica ronda por el lapso de 24 horas. Una gran cantidad de gremios acompañó la jornada.
El jueves 7 y viernes 8 de diciembre la Asociación de Madres de plaza de Mayo desarrolló una nueva Marcha de la Resistencia, esta vez con la consigna “La falta de trabajo es un crimen que alguien debe pagar”.
Con el apoyo de distintos gremios en el armado y la organización, muchos de ellos nucleados en la Corriente Federal de Trabajadores de la CGT, como Atilra, Satsaid, Curtidores, y Gráficos, entre otros, la jornada se desarrolló ininterrumpidamente por más de 24 horas seguidas.
En el centro de la plaza se armó un gacebo en el que las madres acudían de tanto en tanto para descansar un poco, refrescarse y cobijarse del calor. Sin embargo el descanso no duraba mucho; poco tardaban el grupo de madres, encabezadas por la presidenta de la Asociación Hebe de Bonafini, en salir nuevamente a marchar alrededor de la plaza o de la pirámide.
El jueves 7 fue el día de más concurrencia ya que al desarrollo de la Marcha de la Resistencia se sumó una autoconvocatoria de miles de militantes que reaccionaron ante la detención de Luis Delia, Carlo Zaninni y pedido de quita de fueros que el juez Bonadío dicto sobre la senadora Cristina Fernandez de Kirchner.
A medida que fue avanzando la noche la plaza se fue despoblando, aunque siempre permaneció un centenar de personas en todo momento. Durante la madrugada las madres salieron varias veces a marchar.
Ese mismo día, el referente de la Juventud de Atilra, Pablo Dacovich fue entrevistado por la señal latinoamericana Telesur, donde afirmó que “se está dando una persecución a los dirigentes políticos, a los dirigentes sindicales, a los gremios que no piensan como este gobierno, por eso hay que estar en la calle, seguir luchando. La marcha de la resistencia empieza hoy a las 15:30, pero creo que no tiene que terminar hasta que en este gobierno no quede nadie que no represente los intereses del pueblo argentino”.
El viernes, desde temprano la plaza se empezó a poblar paulatinamente. Desde el día anterior, desde un escenario armado a un costado de la pirámide de mayo un grupo de locutores, entre los que estaban el “cadete”, el “peroncho”, el “rubio peronista” y el incansable “Chocolate”, arengaban a la multitud.
Durante la jornada, Heber Ríos, Secretario General de la Seccional General Rodríguez de Atilra, se acercó a charlar con Hebe, y luego se sumó a marchar junto con las madres hasta que finalizara la marcha a las 15.30 horas.
Posteriormente se produjo el cierre de la Marcha de la Resistencia que tuvo como oradora primero a Hebe de Bonafini, quien agradeció el acompañamiento popular.
Luego fue el turno de Walter Correa, recientemente electo Diputado Nacional por Unidad Ciudadana, Secretario General del Sindicato de Obreros Curtidores y referente de la Corriente Federal de Trabajadores, quien hizo hincapié en una breve descripción de los principales puntos que el macrismo intenta reformar en el plano laboral para precarizar aún más las condiciones de trabajo del pueblo argentino.
Daniel Catalano, Secretario General de ATE Capital Federal, expresó un discurso encendido en el que indicó que el macrismo podría llegar a tener un 17 de octubre si sigue persiguiendo representantes políticos del campo nacional y popular, puntualmente a Cristina Fernandez de Kirchner: «Quiero decirle a Bonadío que los trabajadores, por nuestra historia, no tenemos miedo. Estamos envalentonados ¡Si quieren otro 17 de Octubre los trabajadores se los vamos a regalar! ¡Si él está convencido de que Cristina tiene que estar detenida, nosotros estamos más convencidos de que vamos a liberarla!«, afirmaba el dirigente gremial, que también reivindico a los distintos presos políticos que fue cosechando el gobierno de Mauricio Macri desde el mismo momento en que asumió.
Finalmente Catalano también menciono los continuos ajustes que lleva adelante el macrismo contra los trabajadores estatales que, actualmente están siendo removidos de sus puestos de trabajo en distintas dependencias estatales de todas partes del país.