Decía Perón: “LES ASEGURO A UDS. SI YO ME DECIDIERA A ENTREGAR EL PAÍS, MAÑANA SERÍA EL HOMBRE MAS POPULAR EN BUENOS AIRES. NO LES QUEPA LA MENOR DUDA. ESA ES LA COMBINACIÓN PARA HACER LA MANIOBRA, ME LO HAN DICHO IMPUDICAMENTE: -Vea coronel, ¿por qué no deja de pelear con esos hombres y se arregla? -“ME LO HAN DICHO VEINTE VECES. YO LES HE PREGUNTADO INVARIABLEMENTE: ¿A QUE PRECIO? -Muy simple, arreglando las cuestiones económicas. – ¿Y EN QUE CONSISTEN LAS CUESTIONES ECONÓMICAS? -Pero hombre, llegando a combinar los negocios internacionales, cuestiones de transportes, cuestiones de industrias (…). EN OTRAS PALABRAS SEÑORES, ENTREGAR EL PAÍS. Más adelante termina diciendo Perón, “A ESE PRECIO, PREFIERO SER EL MÁS OSCURO Y DESCONOCIDO DE LOS ARGENTINOS, PORQUE NO QUIERO –Y DISCULPEN LA EXPRESIÓN– LLEGAR A SER POPULAR EN NINGUNA PARTE POR HABER SIDO UN HIJO DE PUTA EN MI PAÍS”. (Norberto Galasso “El 17 de octubre de 1945”, págs. 63 y 64 ).
Estas apreciaciones del entonces Coronel Perón, corresponden a dos meses de producirse el 17 de octubre de 1945, proferidas en el Colegio Militar de la Nación un 7 de agosto, discurso, que según lo expresado por Norberto Galasso, alteró sobremanera a todo el arco opositor a Juan Perón, profundizando además, la interna castrense, entre nacionalistas y el resto que respondía a los intereses oligárquicos, considerando el autor, discurso único e irrepetible, jamás pronunciado en semejante ámbito militar de esta República.
Este libro señala de modo minucioso todo lo que el coronel Perón debió sortear para dar nacimiento a uno de los movimientos políticos más populares como ponderables, muy a pesar de las contradicciones que padeciera luego, hasta que Néstor Kirchner retomara aquel espíritu del 17 de octubre de 1945, en su arribo al poder en mayo de 2003.
Resulta inevitable no trazar un paralelo de las enormes vicisitudes que debió sortear Juan Domingo Perón, a las que hoy debe sortear Cristina Kirchner, son prácticamente los mismos actores, los mismos intereses, de una lado y del otro, los traidores de siempre, los mismos escollos y los locos que no dejan de creer y acompañar a otro loco, a otra loca, en este caso puntual, en la abismal puja de animarse a desafiar a los poderosos, de adentro y de afuera, en favor del engrandecimiento de la Patria, que no es otra cosa que proporcionarle mejor vida a los trabajadores que la forjan con su esfuerzo.
Posiblemente, como aventura Galasso, si el embajador americano Spruille Braden, hubiese continuado en el cargo, armador y conductor de la Unión Democrática, quien a su vez maniobraba muy a favor de los intereses de su país, alimentando la prensa de ese entonces, de modo despiadado a las propuestas del coronel Perón, a lo mejor no le hubiera ido luego, tan bien a Juan Domingo Perón en su abrazo bautismal con su pueblo aquel 17 de octubre.
Hoy las circunstancias no son idénticas, sólo por una cuestión de tiempo, pero la suerte del pueblo trabajador es exactamente la misma, con la posibilidad de que pueda ser aún mucho más penosa. Llamémosle loca, corajuda, inconsciente, desatada, osada, valiente, es lo que está faltando a tanta chatura, a tanta especulación, a tanta mediocridad, a tanta traición, a tanto cagón permanentemente explicando “que hoy las condiciones no son favorables”, mirando de reojo hacia algún rincón del macrismo a ver si alguien le tira un hueso.
Perón, en la dimensión que oponía la oligarquía en ese entonces, fue un revolucionario, por más que se niegue esta condición de ilustres politólogos de izquierda, como también de otros sectores del pensamiento político, bien podría estar del otro lado, era militar. Volver a aquel Perón, no es añoranza ni querer volver al pasado, todo lo contrario, es retomar el camino de la liberación, “segundas partes -dicen- nunca fueron buenas”, este no es el caso precisamente. Al margen de estas consideraciones, invito al lector, a leer este libro “EL 17 DE OCTUBRE DE 1945” de Norberto Galasso, quien sin dudas, contribuirá a interpretar con mayor fidelidad, el porqué del peronismo y su perdurabilidad en el tiempo.