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21-11-2016 | OTRA DENUNCIA EN LA GESTIÓN
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Empleada municipal denunció públicamente a varios funcionarios por acoso laboral y sexual.
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[intense_dropcap]E[/intense_dropcap]l lunes 21 de noviembre Mara Bueno, una empleada del municipio de General Rodríguez, publicó en su cuenta de Facebook una extensa denuncia acusando, por una serie de supuestos malos tratos, a varios funcionarios de la gestión de Darío Kubar. Entre las más graves se encuentra una acusación de acoso sexual contra el polémico Secretario de Servicios Públicos, Pedro García, quien acumula en su haber varios conflictos con trabajadores y dirigentes gremiales.
Luego de conocer esta publicación entrevistamos a Mara Bueno, quien nos comentó que las situaciones irregulares comenzaron a partir de que el actual director del Cementerio Municipal, Marcos Lemos le habría asegurado que necesitaba cubrir un puesto para los fines de semana (que son los días disponibles de Bueno para poder trabajar debido a que debe cuidar a sus hijos y estudiar). A partir de allí ella pide su pase, ya que se desempeñaba en el área de discapacidad.
El municipio, le habría comunicado posteriormente que la trasladarían, pero al área de Deportes, diciéndole “que Marcos Lemos no necesita gente allá, que no necesitaba a nadie”. La empleada municipal rechaza este puesto ya que era durante la semana y de 12 horas diarias.
Luego de hablar con el Secretario General del Sindicato de Trabajadores Municipales de General Rodríguez, el “Tano” Ielly, le habrían comunicado que buscarían un lugar en obras públicas pero que mientras tanto se desempeñaría en el área de Inspección General, lugar donde ya se había desempeñado como Secretaria de Ezequiel Drago y como inspectora.
“Cuando me mandan a inspección yo voy. Ese primer día estaba esperando que venga el director de ese entonces, Claudio Vallejos, y me dice que vaya un segundo que tenía que hablar. Me dice: mira Mara, Kubar y Franze, te quieren ver limpiando baños, no podes tocar nada administrativo, no podes tocar un papel”, explica Bueno.
Según relata, luego de allí, se habría acercado hasta el STM, “llaman a la jefe de personal y me ubican en obras públicas”. Una vez en obras públicas, Mara Bueno sostiene que comenzaron los problemas con el Secretario de Servicios Públicos, Pedro García: “Cuando me llama a la oficina, me levanto, yo estaba hablando con mi compañero. Me dice, vení, vení, dame un beso. Me agarra de los brazos, me quiere besar y le digo que me suelte. Me sigue agarrando fuerte y le digo que me suelte por favor, que yo acá vengo a trabajar. Me calle la boca”.
Posteriormente la envían a trabajar al cementerio, a cargo de Marcos Lemos. En ese puesto de trabajo, según comenta la empleada municipal, habría sufrido distintos tipos de malos tratos, aun sabiendo supuestamente que padecía de depresión crónica. Entre otras cosas afirma que, no le dejaban las llaves del lugar, por lo que tenía que pasar el tiempo en la capilla, no le permitían usar la computadora, y no le dejaban la llave del baño, por lo que tenía que atravesar todo el cementerio para usar los baños públicos.
Por todo ello, y en busca de una solución, se habría dirigido a hablar con “Poli” Caballero, quien en ese momento todavía se desempeñaba como secretario privado del intendente, que le habría respondido que no podía hacer nada porque no era el director del área; “una respuesta que me pareció totalmente estúpida”, agregó Mara Bueno. Sin embargo, según comenta la empleada municipal, Caballero le habría otorgado finalmente el pase “porque no querían saber nada, porque yo era un estorbo, ya empezaba a hablar”.
Luego de salir de una licencia, el día 7 de noviembre, tras hablar con el intendente, es designada en el área de planeamiento urbano, donde le habrían adjudicado el puesto de sereno, un puesto en el que ella no se sentía capacitada para trabajar. “12 horas de sereno, me dejaron sola, con todas las máquinas de la cooperativa”.
“Me torturaron psicológicamente estas personas”, agregó Mara que ahora está de licencia, y finalizó diciendo que ella lo único que quiere es “trabajar tranquila”.
Finalmente la trabajadora hizo formalmente la denuncia ante la UFI N°9, donde expuso lo sucedido.