Hace algunas semanas 14 trabajadores y trabajadoras del hospital Vicente López, que ingresaron durante el mes de agosto del corriente año mediante el programa Becas de Contingencia Covid-19, están llevando adelante una justa protesta debido a que aún no han cobrado sus salarios y no se ha confirmado su estabilidad laboral porque no tienen resolución ministerial.
Aprovechando políticamente la situación que atraviesan, hoy por la mañana el ex intendente de General Rodríguez, Darío Kubar, y su esposa la concejala Natalia Ruiz montaron una opereta en la puerta del Ministerio de Salud, donde expresaron que estaban para reclamar por los pagos adeudado al personal del nosocomio.
En el video que publicaron el ex funcionario y la edil macrista en sus redes sociales, indicaron que decidieron ir al ministerio porque “la situación es angustiante”. Además, para asombro de muchos y muchas que saben cómo se han encargado de estigmatizar a los trabajadores y las trabajadoras que luchaban por sus derechos durante su gobierno, expresaron que quienes están llevando adelante el reclamo “no son unos vagos que solamente se dedican a prender fuego porque si en la puerta del hospital”.
En un duro comunicado, el concejal Reinaldo Torres, jefe del Bloque del Frente de Todos, les salió al cruce, y les recordó que pasó con la salud en el país, y principalmente en General Rodríguez, cuando ellos estuvieron en el gobierno.
Importante es recordar en este sentido que desde diciembre del 2015, y hasta que Kubar dejara el gobierno local, fueron incontables los reclamos que llevaron adelante los trabajadores y trabajadoras del Hospital Vicente López debido a la precarización laboral en la que se encontraban, jamás se escucho su reclamo, nunca recibieron una respuesta, e inclusive el ex intendente fue capaz presentarse en una de las huelgas para increpar al personal de salud por su ideología. Ni hablar de la falta de pago de los médicos de guardia, las obras fallidas o sin terminar, la renuncia de jefes de sectores, la falta de reactivos para analizar sangre, y otras tantas situaciones de gravedad.
Nada de lo que Kubar prometió en campaña se concretó, tuvo que llegar un nuevo gobierno para que el Hospital Vicente López, entre otras cosas, pudiera regularizar la situación de precarización laboral en la que estaba un amplio margen de su personal. La incorporación de 19 residentes graduados al staff permanente del nosocomio, y el pase a planta de más de 50 trabajadores y trabajadoras que venían trabajando ad honorem o tenían pendiente su nombramiento hace mucho tiempo, así lo demuestra.