En medio del tambaleo que le produjo la derrota eleccionaria, el primer mandatario municipal por orden de la provincia debería llevar a cabo una poda de funcionarios políticos dentro de su propio gabinete.
El gobierno de Darío Kubar no logra salir de su laberinto y ahora posiblemente enfrentaría un nuevo hecho que podría generar ruido dentro de núcleo político. Es que desde la Gobernación de la Provincia de Buenos Aires, encabezada por la procista María Eugenia Vidal están analizando la posible baja de unos 200 puestos políticos en el territorio provincial. General Rodríguez inclusive.
En base a este “reacondicionamiento” a lo Cambiemos es que el gobierno de Darío Kubar podría llegar a desprenderse de unos 20 cargos políticos aproximadamente, trasladando a General Rodríguez el mismo esquema de ajustes que llevaría a cabo su jefa política en provincia.
Sin saber puntualmente sobre que cargos pasará la guadaña, este movimiento político podría traerle dolores de cabeza al ya golpeado intendente, tras la derrota electoral de octubre, que lo transformo en el único intendente de Cambiemos que perdió la elección, aspecto sobre el que varios medios nacionales han tomado nota. Por ejemplo, el portal web Elmbudo.tv ha afirmado que mientras varios intendentes enrolados en las filas del macrismo, envalentonados ante sus triunfos electorales, están buscando reelecciones, existe “una sola excepción”, la de Darío Kubar, que con una derrota única a cuestas ha puesto en “riesgo su gobernabilidad”.
Este complejo panorama se vio sintetizado en la cara del primer mandatario municipal de General Rodríguez durante el acto de asunción de los nuevos concejales el domingo 10 de diciembre en la plaza central de la localidad. Sentado con fórceps en la mesa de las autoridades del concejo no emitió palabra y su mirada se limitaba a escrutar la lozanía, repleta de militantes peronistas con bombos y banderas que se acercaron a acompañar la asunción de los concejales de Unidad Ciudadana, mientras que el oficialismo contó con un escasísimo apoyo conformado por familiares y un grupo minúsculo de militantes.