Estuvimos realizando un pormenorizado recorrido por el Barrio Bicentenario en el que pudimos experimentar el abandono al cual la gestión del macrista Dario Kubar condenó al barrio. En el ingreso al Bicentenario encontramos diversos basurales a cielo abierto, al costado de la Escuela Secundaria N 3.
Por otra parte la Torre Eléctrica número 32, emplazada en el boulevard de ingreso al barrio (peligrosísima torre de alta tensión) no se encuentra debidamente aislada, se encuentra abierta y cualquiera puede ingresar o treparse a ella, lo cual reviste una situación de peligro inminente. El niño o niña que se trepe puede sufrir una descarga letal, tal como lo indican los gastados carteles que la señalizan.
En las calles de ingreso al barrio corroboramos que el asfalto está destruido tal como puede verificarse en las siguentes imágenes:
También encontramos la presencia de enormes pozos que son usados como basurales en el boulevard de las manzanas 39/40:
Al mismo tiempo, en la manzana número 19 existe una zanja, lindante con el límite del barrio, que es usada como depósito de residuos:
Frente a la manzana número 8 existe un descampado totalmente descuidado (cuenta escombros, ramas y otros residuos). Por otra parte, frente a la manzana 29, encontramos un depósito de materiales a cielo abierto donde hay tubos de concreto y arena en estado de abandono:
En la esquina de las calles Bonzo y Moreno encontramos la destrucción total de la capa asfáltica, con pronunciados pozos que destrozan los vehículos que a diario circulan por el barrio:
En la manzana 34, por otra parte, encontramos un gran bache en la puerta de ingreso de un domicilio. Se puede ver en la siguiente foto:
Y por último, pudimos registrar un gran anegamiento frente a la casa 41 de la manzana 39, el cual inhabilitó el tránsito por las calles inundadas. Las fotos a continuación:
También se pudo verificar un abandono de las plazas locales, los juegos que utilizan los niños y niñas, así como también de las canchas de fútbol dispuestas en cada espacio verde que exponen una falta de mantenimiento muy evidente por parte de la gestión del macrista Dario Kubar.