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01-03-2017 | EL FONDO MONETARIO INTERNACIONAL (FMI) COMENZÓ A OPERAR FINANCIERAMENTE UN 1 DE MARZO EN 1947
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El Fondo Monetario Internacional (FMI) comenzó a operar financieramente un 1 de marzo en 1947. Según su carta fundacional esta entidad serviría para promover una economía mundial sólida. Pero las funciones del mismo no han sido precisamente estas; sino que porque el contrario este organismo se ha convertido en una herramienta para el control y dominación de las naciones más poderosas sobre otras de forma financiera a nivel global.
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[intense_dropcap]L[/intense_dropcap]a decisión de crear el FMI y el Banco Mundial se adoptó en la conferencia internacional en Bretton Woods, New Hampshire, USA, en julio de 1944. La fecha oficial de su creación es el 27 de diciembre de 1945, en la que representantes de 29 países firmaron su Carta Constituyente. Las operaciones financieras comenzaron el 1 de marzo de 1947. Actualmente desde abril de 2004 hay 184 países miembros. Su organización la forman 2.680 funcionarios procedentes de 141 países.
Las actividades del FMI se financian mediante las cuotas que aportan sus miembros. Es el propio FMI el que determina, en función de la riqueza de cada país y de su situación económica, el importe de la cuota con la que cada miembro debe contribuir. Cuanto más rico y poderoso económicamente es el país, mayor es su cuota. Las cuotas se revisan cada cinco años y pueden ser elevadas o reducidas en función de las necesidades del FMI y de la prosperidad económica del miembro (esto deja por derivación lógica a los más poderosos en un control de la entidad). El sistema de cuotas cumple varios objetivos. En primer lugar, forman una bolsa de dinero (el Fondo) de la que el FMI como entidad puede disponer para prestar a miembros con dificultades financieras (una forma encubierta donde los más grandes puedan prestarles a los más pequeños). En segundo lugar, la cuota de cada miembro sirve para determinar qué cantidad puede pedir prestada al fondo. Cuanto mayor sea la contribución financiera de un país miembro mayor será la cantidad que puede pedir en momentos de necesidad. En tercer lugar, la cuota determina el poder de voto de cada miembro (dando así la pauta que los más grandes tienen mayor poder que el resto de los miembros).
La forma habitual en la que los países miembros obtienen financiación del FMI es mediante la compra de las divisas que necesiten (prestamos de dinero) que son pagadas con la moneda nacional. Esas operaciones se completan con un pacto de reventa, es decir, pasado un tiempo determinado, el país en cuestión tendrá que devolver las divisas y retirar su moneda.
El hecho de haber recibido un préstamo, obliga al país deudor a demostrar que está realizando una política equilibradora de su balanza de pagos. Cuanto mayor sea el crédito, mayor control y más estrictas condiciones impondrá el FMI. En esta etapa es donde podemos ver la verdadera naturaleza del FMI, ya que por medio de esos controles o demandas de la entidad, los países emergentes o más pequeños deberán de llevar adelante todo tipo de sacrificios que indefectiblemente recaerán sobre sus poblaciones condenándolas al atraso y la miseria.
El día 19 de abril de 1956, por el decreto–ley Nº 7103, la república Argentina, por iniciativa del presidente de facto Pedro Eugenio Aramburu, ingresó al Fondo contrayendo así su primer préstamo. En años anteriores, el ex presidente Juan Domingo Perón se negó terminantemente a ingresar a ellos, asegurando que dichas instituciones eran un instrumento de sometimiento de los países centrales para imponer políticas a los países periféricos.
“Advertí que en él –el FMI- participarían la mayoría de los países occidentales, comprometidos mediante una larga contribución al Fondo, desde donde se manejarían todas sus monedas, se fijaría no sólo la política monetaria, sino también los factores que directa o indirectamente estuvieran ligados a la economía de los asociados (…) He aquí alguna de las razones, aparte de muchas otras, por las cuales el gobierno justicialista de la República Argentina no se adhirió al Fondo Monetario Internacional.”
PERÓN, Juan Domingo. Mensaje enviado desde el exilio: Madrid, 1967.
La política económica desarrollada desde 1955 desmanteló a la economía argentina. Década tras década un mayor endeudamiento externo puso a la argentina bajo las órdenes del fondo. Este periplo se detuvo durante un breve periodo iniciado el 17 de septiembre de 2004, cuando el presidente Kirchner decidió no firmar un nuevo acuerdo y la Argentina a partir de ese momento suspendió su relación con el FMI hasta el 2015. Esta independencia significo recobrar el control de la economía en manos de Estado argentino, y dejar de lado las directivas y recomendaciones de esta entidad que no es otra que el mascaron de proa de las intenciones de las potencian internacionales para controlar las economías de otros naciones como la argentina tal cual lo afirmara Perón en su momento.
Hoy bajo la nueva implementación de las tradicionales políticas neoliberales, el poder ejecutivo nacional ha decidido volver a ponernos en la órbita del FMI. Esta realidad implicará un feroz endeudamiento, y las consabidas fórmulas del FMI, que dictaminan recortes y ajuste sobre la clase trabajadora. Todo este escenario va dejando un tendal precariedad, pobreza y debilidad económica, que tiene entre otros objetivos convertirnos en una nación incapaz de defender sus intereses en el concierto de las naciones del mundo.