En la argentina las viviendas consumen un tercio de la energía total que se genera.
[dropcap style=’box’]E[/dropcap]n la argentina las viviendas consumen un tercio de la energía total que se genera. Las principales redes que se utiliza para calefaccionar una vivienda son la red de gas y la red de electricidad. Por ejemplo para la calefacción de una vivienda con gas se utiliza el 51% de su consumo y el otro 49% se utiliza para cocinar y calentar el agua.
En el caso de la energía eléctrica si hacemos esa comparativa nos daría una un costo-consumo insostenible ya que la mayoría de los artefactos de los cuales dependemos en nuestro hogar son eléctricos como por ejemplo la heladera, el televisor, la microonda, etc.
El consumo de energía podría reducirse, si realizamos un eficiente aislamiento de las paredes exteriores o llamada también envolvente edilicia. Esto considerando los materiales y componentes y su transmitancia térmica.
Esto se emplea en construcción para el cálculo de las pérdidas (en invierno) o ganancias (en verano) de energía calorífica. Para el cálculo de los sistemas de calefacción, en cualquiera de sus modalidades, se parte de la determinación de la cantidad de energía que hay que suministrar a cada uno de los espacios habitados en la unidad de tiempo para mantener una determinada temperatura.
Esta potencia debe compensar las pérdidas de calor por los elementos constructivos que separan los espacios calefaccionados del exterior o de cualquier otro ambiente a menor temperatura, pérdidas que son función de la transmitancia de cada uno de los elementos separadores y de la diferencia entre la temperatura interior y la exterior de cálculo, es decir, dependen de la transmitancia de los elementos que definen la estancia a calefaccionar o, lo que es lo mismo, dependen del aislamiento de los elementos constructivos.