El lunes 31 de octubre por la mañana la ex presidenta se presentó a declarar ante el juez Ercolini. El pueblo acompaño masivamente a Cristina Fernández de Kirchner recibiéndola en la puerta de tribunales. Unos incidentes que ocurrieron cuando la referente popular se retiraba transformaron la jornada en un acto de acompañamiento político y forjaron el liderazgo de Cristina. Atilra y otros gremios que integran la Corriente Federal de los Trabajadores fueron parte del cordón de seguridad, acompañando a la dirigente.
[dropcap style=’box’]E[/dropcap]rcolini la sito por presunta participación en la adjudicación de obra pública, una de las tantas acusaciones con las cuales la oligarquía judicial persigue a Cristina Fernández de Kirchner, ex presidenta de la República Argentina.
Comodoro Py estaba vallado y con abundante policía y gendarmería, carros hidrantes, agentes de Policía Federal Argentina filmando a la multitud, no faltaron los efectivos apostados en las terrazas de los edificios; algunos medios manifestaron que eran franco tiradores. A pesar de todo esto, a partir de las 8 de la mañana los alrededores de tribunales se fueron colmando de militancia para recibir y acompañar a quien fuera presidente de todos los argentinos hasta el 10 de diciembre del 2015. La Cámpora, Miles 3t, Peronismo Militante y numerosos sindicatos, la mayoría forman parte de la Corriente Federal de los Trabajadores, fueron parte de la jornada, inclusive siendo parte del operativo de seguridad: Atilra, Curtidores, Judiciales, Sindicato de Trabajadores Municipales de Moreno, Satsaid, Fesimubo, Aeronáuticos, entre otros, acudieron a respaldar a la dirigente.
Cristina no respondió las preguntas del juez, aunque solicito que se investiguen todas las adjudicaciones de obra pública, incluyendo la que se le otorgó a la empresa IECSA, propiedad del primo del actual presidente Mauricio Macri, Ángelo Calcaterra. Cristina sostuvo que es víctima de «una maniobra formidable de persecución política “que busca la «proscripción, difamación y estigmatización de un movimiento político».
Detrás de las vallas, cerca de tribunales, fue donde Cristina Kirchner pronunció estas palabras luego de haber declarado ante el juez federal. Allí había destacados políticos y artista cercanos a la ex presidenta como Oscar Parrilli, Luis D´elia, Eugenio Zaffaroni, Andrés Larroque, entre muchos otros. Tampoco faltaron las Madres, a las cuales Cristina se acercó a saludar hasta la camioneta donde la esperaron a causa del calor.
Cuando Cristina Fernández de Kirchner se encontraba dentro del auto que la llevaría hasta su casa, pronta a salir, un cordón de la policía Federal comienza a empujar y a golpear a la multitud que la esperaba afuera, entre los que se encontraban la diputada Juliana Di Tullio, que recibió varios golpes, Martin Sabatella, Mario Secco, Luis D’elia fueron otros de los que trataron de impedir que se golpee a la gente. El hecho más relevante se produjo cuando Cristina pudo divisar los incidentes y automáticamente se bajó de su auto para salir caminando, impidiendo también que los efectivos de la Federal y también gendarmes, siguieran golpeando a la gente.
En una muestra de cariño popular, miles de personas la acompañaron durante varios metros, cantando, coreando y saludando a la dirigente popular que devolvía con saludos afectuoso tamaña muestra de lealtad. En varias ocasiones Cristina se asomó por fuera del auto, una vez que subió al mismo, para seguir saludando a la gente que escolto su auto hasta varias cuadras de tribunales. Sin lugar a dudas un hecho que puso de relieve su liderazgo y una advertencia para quienes preparan planes de proscripción.
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