La deficiente estructura instalada hace unos meses provocó que se tuviera que modificar el puente para que los trenes pudieran pasar. Ahora advierten que los tramos de hierro que lo conforman comenzaron a desplazarse y que se encontraron otras anomalías como la falta de abulonados.
El nuevo puente ferroviario fue bautizado hace unos meses como “puente angosto” debido a que su estructura no permitía el paso correcto de las formaciones del Sarmiento. La situación generó entonces que el mismo debiera modificarse ya que los trenes pasaban «raspando».
Pero el papelón de vialidad nacional no terminó ahí. A partir de esa reforma que se hizo, los tramos de hierro que lo conforman habrían comenzado a desplazarse. Por eso, desde los gremios ferroviarios denunciaron los riesgos de la situación, además de otras deficiencias estructurales.
Diego Hormachea, titular de la seccional oeste de la Unión Ferroviaria, apuntó que en las últimas semanas, se empezaron a ver las anomalías que ya habían denunciado. “Este puente está mal hecho de entrada” indicó.
Además explicó en medios regionales que al momento de la inauguración del puente había distancia entre 2 y 3 centímetros de luz por tramo y que en muy pocos meses eso se fue agrandando: “Estamos viendo que se han desplazado en algunos lugares hasta 12 centímetros. Es mucho, más allá de los calores que hay. Y demasiado para el tiempo de uso. En ferrocarril nos manejamos en milímetros y acá estamos hablando de más de 10 centímetros”.
Además manifestó, que han debilitado el material de la estructura con el corte que se hizo y el tratamiento posterior no fue acorde porque no hubo arenado ni sellado de material.
“El puente tiene que ser reparado y puesto a punto. Es una obra nueva, mal hecha y tienen que hacerla como corresponde”, afirmó Hormachea.