Por Milagros García
La narrativa argentina actual claramente está apostando a trabajar con materiales de la cultura popular. Vuelven a tener lugar en novelas y cuentos los chamanes, las lechiguanas, las casonas abandonadas, las apariciones en los cementerios.
En “El llovedor” de Marcelo Rubio, la situación desesperante de una zona de producciones agrícolas que no reciben una lluvia hace meses, lleva a los integrantes de la comunidad a traer un llovedor que invoque para sus campos una indulgencia climática.
La historia tiene un ritmo muy interesante en el que los contrastes le van dando forma a la trama y su desenlace, así como el vapor de agua asciende y asciende hasta que se condensa y deviene lluvia.
La protagonista es Elba, una viuda que no sabe qué hacer con su campo, sobre todo ahora que está sola y puede reencontrarse con el sueño de hacer música y viajar.
Del otro lado, tenemos al llovedor, que, condenado a vagar por los caminos, solo quiere volver a su hogar a conocer a su hijo recién nacido.
Ambos viven sus soledades de maneras diferentes: una desde su casa, precavida con que sus deseos no la encierren ahí para siempre; el otro recorriendo el territorio, buscando la forma de desprenderse de la maldición para poder volver y quedarse en un hogar.
En Elba, está estancado el recuerdo de una inundación que trajo múltiples desgracias sobre su antiguo pueblo: desató la inclemencia de la naturaleza en forma de plagas e invasiones de insectos y bestias. También está estancada la biografía de su dolor, y las difíciles circunstancias que la encuentran por ser mujer.
En el presente de la historia, la sequía vuelve a sintonizar el desamparo y con él se vuelven a intensificar viejas heridas que quizás jamás hayan sanado. Cada personaje, además, carga con una cruz, una estrella que constantemente se impone a sus destinos.
Si bien la obra se mantiene más que nada en la incertidumbre propia de la superstición, tiene destellos de realismo mágico que crean imágenes muy preciosas. Además, la prosa tiene un trabajo poético muy enriquecedor que convierte situaciones e imágenes mundanas en sentencias ineludibles.
Sin ánimos de spoilear ni generar expectativas específicas, me sorprendió mucho el final. Creo que es tan impredecible como esa anhelada lluvia que no podemos más que necesitar también a medida que leemos.
Ficha Técnica:
- Editorial: También el caracol
- Autor: Marcelo Rubio
- Número de páginas: 152
- Peso: 150 gramos
- Formato: Rústica
- Edición: 2023
- Idioma: Castellano