El 24 de marzo de 1976 las fuerzas armadas toman por asalto el gobierno y comienza la dictadura más feroz de la historia argentina imponiendo un modelo económico.
Hay un sector del poder económico que va a ser beneficiado directamente y otro profundamente perjudicado, estos últimos son los trabajadores, entendiendo a los trabajadores no como un rango de ocupación sino como clase. Si abordamos la cuestión desde una concepción de clase la cosa se torna más clara. Pero no nos adelantemos. Decíamos que el golpe beneficio a los grandes grupos económicos. Tras el golpe la dictadura disolvió el congreso y creo la Comisión de Asesoramiento Legislativo, este órgano estaba integrado por oficiales en función y su objetivo era el estudio de la creación de nuevas leyes. Con la CAL se sacó las reservas del banco central y se las dio a los bancos privados, una vez vaciado el banco central fue obligado a tomar deuda, dando inicio a la bicicleta financiera, los capitales extranjeros venían a jugar una timba que les hacía ganar mucho dinero sin poner en marcha la producción, se asfixia a la industria nacional y se libera las importaciones, el negocio queda en pocas manos.
Desaparecer para saquear
Ese gran saqueo no hubiese sido posible sin la dictadura, ya que al matar la industria nacional y generar desocupación se estaba sembrando una semilla revolucionaria. La clase trabajadora argentina tiene una historia de lucha que ellos la supieron interpretar bien. Por ello la aplicación sistemática del terrorismo de estado fue un golpe, un golpe que dejo en shock a la sociedad, ese estado ese shock típico de las situaciones traumáticas, llevándose al sector combativo del ala trabajadora. La desaparición del cuerpo desde una metodología siniestra instala el terror en la sociedad y deja una huella oscura en la conciencia de las personas en general, dando origen a un nuevo orden social, o sea la conciencia individual manifestada en el; no te metas o en el; por algo será. En resumidas cuentas la dictadura arma un montaje legal porque su intención era durar mucho tiempo, la idea era refundar la sociedad o sea acabar con la fuerza que resiste al neoliberalismo y a sus políticas de pobrezas, exclusión y saqueo de los recursos naturales. Retomamos la idea expresada más arriba, esa idea de clase trabajadora. Pensando en los términos de clase, podemos clasificar a esta en dos, y esas dos están en continua puja. La primera de las dos clases, como ya dijimos es: la clase trabajadora, la segunda es: la oligarquía. En argentina encontramos un sector que históricamente se enriqueció con el puerto de Buenos Aires, un sector que es de unas pocas familias cuyos descendientes son los que estuvieron involucrados directamente a los golpes militares en este país. Pues en la última dictadura no iban a ser la excepción, por ello el golpe es cívico, eclesiástico militar. Esa oligarquía portuaria dueña de las tierras y de las vaquitas es la que tiene como interés principal enriquecerse sin importarles los que menos tienen, por ello ellos van a despojar de todo derecho a los trabajadores, porque los derechos son conquistados en un proceso histórico de lucha y como tal ponen en peligro sus privilegios, hay que tener en cuenta que en ese contexto histórico estaban generadas las condiciones para la revolución.
El enfrentamiento directo, era el enfrentamiento de los intereses de dos clases bien distintas. Si la clase trabajadora hubiese resultado la ganadora de esa puja, la oligarquía hubiese perdido todos los privilegios, por ello avanzo sin piedad sobre la clase trabajadora.
Conclusión
En conclusión la clase trabajadora fue derrotada a fuerza de desapariciones, con el terrorismo de estado, la oligarquía logra instalar el modelo económico que se propuso y que respondía los intereses imperiales de Estados Unidos. En cuanto a las fuerzas armadas, los autores materiales del proceso, fueron también derrotados, no pudieron prevalecer en el tiempo. Con los mejores cuadros políticos desaparecidos la clase trabajadora le hace un paro a la peor dictadura de la historia y los empuja a la retirada, los militares inventan una guerra que también la pierden, y tienen que enfrentar los juicios por delitos de lesa humanidad, aunque la democracia débil de Alfonsín y la democracia corrupta de Menem haya tenido un retroceso en esta materia, con los gobiernos de Néstor y Cristina se avanzó sobre los juicios y se condenó a los militares a cárcel común. Pero la oligarquía fue la gran beneficiada, esas pocas familias se enriquecieron y llegaron hoy al gobierno mediante las urnas, para seguir saqueando con negociados que responden a los intereses de unos pocos, por ello discutir la dictadura en términos de la teoría de los dos demonios es reducir la cuestión tendiendo un velo sobre la responsabilidad civil de estos inescrupulosos empresarios como por ejemplo el grupo Macri.