Continua el viaje de la joven pareja que busca unir General Rodríguez con el extremo norte del continente americano. Compartimos sus crónicas de viaje desde la ruta. Aquí la segunda entrega.
Santa Rosa de Calamuchita, donde viven los padres de Aye, se volvió nuestro lugar base durante nuestra primera etapa de esta aventura. La idea inicial era solamente pasar a saludarlos.
Lo que iba a ser solo unos días se transformo en un mes, por mil motivos, porque nos atrapo la belleza de Santa Rosa, pero también porque conseguimos unos trabajos que obviamente aceptamos porque es la única manera que tenemos para poder seguir financiando el viaje y seguir avanzando.
Durante la estadía por el valle de Calamuchita tuvimos un inconveniente en Villa Gral. Belgrano, una moto de la municipalidad se choco a Motita, no fue nada grave, pero a ella la lastimo un poco. Nos está costando muchísimo poder solucionar este problema ya que la moto transitaba sin patente y el seguro que tiene no nos da una respuesta rápida, tampoco la municipalidad.
Después de pasar dos semanas más en Santa Rosa de Calamuchita seguimos camino a Alta Gracia, la segunda ciudad mas grande de Córdoba, y nos quedamos sorprendidos de la belleza del lugar, de la cantidad de historia y arte que se puede ver en sus calles.
El lugar, es un conocido centro turístico debido a su patrimonio arquitectónico, ya que en su área central se encuentra el casco de una antigua estancia jesuítica.
Allí tuvimos la oportunidad de poder visitar el museo de Ernesto “Che” Guevara, que se encuentra justamente en la casa donde paso 11 años durante su infancia, y nos sirvió para apreciar y conocer mucho de su historia, la vida cotidiana que llevaba, información y recopilación de datos de todos sus viajes, de su lucha y por sobre todo historias de sus familiares y amigos.
Después de pasar dos días en esta hermosa ciudad, arrancamos hacia Unquillo a visitar a unos amigos; Joni, Male y Juanita. Quienes nos recibieron con los brazos abiertos y nos hicieron sentir que su casa era la nuestra. Así que aprovechamos estos días para conocer un poco mejor Unquillo y sus alrededores (Villa Allende y Rio Ceballos) y festejar mi cumpleaños (Mariano), para luego seguir viaje.
Finalmente, durante estos días de estancia en Córdoba no podíamos dejar pasar la oportunidad de conocer y recorrer su Capital, así que invertimos un día y fuimos a recorrer el centro de esta enorme y hermosa ciudad, sus museos, sus plazas, su historia jesuita, su arquitectura y hasta las estatuas emblemáticas del cuarteto cordobés; de Rodrigo y la Mona.
¡Gracias por leernos!
Hasta la próxima crónica. Mariano y Aye.