Lo que comúnmente se llama la rosca política, o sea esas alianzas y negociaciones que se plasman en acuerdos antes de votar algún proyecto en consejo deliberante, también ponen a jugar una lista en elecciones, lista como la de Cambiemos.
En el mundo del trabajo se manifiesta una relación de explotación, que se puede observar en el hecho simple del lugar que uno ocupa en la producción. Supongamos un ejemplo, una persona que es dueña de una pequeña fábrica de zapatos y tiene en su taller un empleado, vemos que hay en ellos una relación de explotación. Nos podríamos preguntar por el porqué de esa relación, es simple, uno de ellos es el dueño de las máquinas y el otro solo vende sus conocimientos en el oficio para que sea posible la producción. Al igual que el médico o cualquier otro profesional esta persona necesito adquirir conocimientos en el tema, algo que requirió un tiempo determinado, claro está que no es lo mismo fabricar zapatos que realizar una cirugía, y en eso es donde radica la diferencia en la profesión. El medico atravesó varias instancias educativas para poder ingresar a la facultad de medicina, mientras que el obrero se vio en la necesidad de aprender el oficio y lo hizo desde la práctica para resolver su situación laboral y la comida cotidiana.
Con las diferencias enunciadas en el párrafo de arriba vamos a ver dos cosas: la primera es: que podemos encontrar una relación entre el trabajador de la fábrica de zapatos y el médico. Suponiendo que el medico trabaja para una clínica u hospital público, ambos son asalariados, o sea ambos cobran un sueldo por su trabajo, en muchos casos ambos pueden estar trabajando en negro. La segunda cuestión es la diferencia entre trabajadores productivos y trabajadores no productivos. Los trabajadores no productivos son aquellos que no están relacionados con la producción de mercancías, aquellos que en su trabajo no fabrican nada. El médico no fabrica nada, brinda un servicio, nadie va a negar que su profesión es importante. Con esto decimos que el hecho de que no sea productivo su trabajo no va a ser menos importante. En cuanto a los trabajadores productivos decimos que: son aquellos que están relacionados a la producción de mercancías. El trabajador de la fábrica de zapatos es un trabajador productivo, pues produce zapatos, ahora bien supongamos que ese trabajador decide estudiar medicina, se recibe y pasa a trabajar de médico, seguirá siendo un trabajador como dijimos anteriormente pero ahora improductivo. Pero si cambiara su trabajo por otro y este sería en una gran fábrica donde los productos que se elaboran ahí son indispensable para la economía y además estarían organizados sindicalmente, ya no ganaría lo que ganaba en el taller y además su sueldo estaría por encima de un médico que trabaja en un hospital público. O sea lo que queda a las claras acá es que los trabajadores organizados logran la defensa de su dignidad laboral. Ni el empleado de la fábrica de zapatos, ni el medico de un hospital público tienen la fuerza para hacer oír sus reclamos, simplemente porque no están organizados.
Avancemos un poco, pensemos en modelos políticos económicos. Nosotros podemos ver claramente dos modelos bien diferenciados, uno que piensa en políticas dirigidas a los que menos tienen. Apuntan a la justicia social. El otro modelo se preocupa por los que más tienen y va a destinar políticas que van a favorecer a ese sector y afectar a los que menos tienen. En el primer modelo político económico, llamémosle; nacional y popular, puede ser también socialista como las experiencias que se han dado en Latinoamérica, los dos trabajadores mencionados van a tener sueldos dignos y una mejora en su calidad de vida, el estado va a garantizar mediante leyes los derechos laborales. En el otro modelo los derechos serán vulnerados, tanto para uno u otro de los trabajadores ya mencionados.
Entonces como se verá: la política y el trabajo están siempre vinculados, que haya muchos trabajadores que no lo vean no quiere decir que no se pueda encontrar un vínculo y más aún: son las grandes masas de trabajadores en las calles las que hacen temblar a los gobiernos y eso es una clara muestra de que la única herramienta que los trabajadores tenemos es la política, de ella depende la organización para la defensa de nuestros derechos.