A contramano de todo derecho
El capítulo laboral del DNU de Javier Milei (recordemos que modifica más 300 artículos de la constitución) pretendía quitar todos los derechos laborales básicos que rigen en la actualidad en Argentina, al menos para los trabajadores en blanco. Hablamos de eliminar la indemnización por despido, los convenios colectivos, el derecho a huelga, las categorías laborales, la jornada limitada; incluso llegaba a plantear períodos de prueba de ocho meses y un exceso de poder a las empresas que permitía en la práctica una mayor explotación por menor salario. Además, criminalizaba el derecho huelga volviendo las medidas de fuerza ilegales y establecía penas de más de cuatro años de prisión para los trabajadores en protesta. El DNU liberal asombrosamente no tenía nada que envidiar a las más duras leyes de los regímenes autoritarios.
Inmediatamente después de anunciar estas medidas se produjeron manifestaciones masivas contra el DNU y una catarata de amparos presentados en diferentes juzgados contra la aplicación del mismo. Durante dos semanas hubo cierto optimismo en el gobierno ya que se esperaba que estas medidas de amparo cayeran en manos de jueces empleados de Mauricio Macri que desestimaran las denuncias rápidamente y sin sentir vergüenza. Y así ocurrió con los primeros casos, pero a los pocos días la situación se volvió insostenible. La Cámara Nacional del Trabajo, la máxima autoridad en materia laboral después de la Corte Suprema, suspendió la aplicación del DNU por considerarlo abusivo y violatorio de casi toda la normativa laboral existente. Hace dos días, esta misma cámara declaró inconstitucional el DNU, por ende, inaplicable incluso si se aprueba en el Congreso. Por lo cual, Milei deberá o bien reformular el decreto o bien presentar en el poder legislativo una ley que establezca los cambios que él pretende lograr.
El Laberinto Institucional
El DNU está vigente en todos los demás aspectos hasta que el Congreso lo rechace en las dos cámaras ¿Es esto posible? Realmente no, ya que La Libertad Avanza, Cambiemos, la UCR y Hacemos Coalición Federal forman un bloque que es mayoría en ambas cámaras. Es decir, si el decreto se cae será solamente si en la justicia se siguen declarando inconstitucionales sus diferentes partes. Sabemos ya que el aspecto laboral está definitivamente caído, a menos que la Corte Suprema de a lugar a la apelación que seguramente haga Milei del fallo. ¿Puede la Corte desautorizar a la Cámara Nacional del Trabajo y aprobar la legislación laboral de Milei? Para esta corte ninguna aberración del derecho es demasiado evidente. Pero también especulan con la suerte del gobierno: si Milei logra sostenerse en el mediano plazo, seguramente la Corte le apruebe todos sus desvaríos, ese fue su patrón de comportamiento con Macri.
¿Y la Ley Ómnibus? ¿Puede aprobarse? Todo indicaría que sí, al menos en la Cámara de diputados, pero la vigencia de la ley se complica. En estos momentos se está votando en el Congreso si la ley se aprueba o no, pero nadie tiene el dictamen que salió de las comisiones con las supuestas modificaciones que se hicieron para que la cámara las aprobara. Es decir, se está votando sin saber qué dice el texto de la ley, y se vota además un paquete de leyes tan grande que no se le ha dado el debido tratamiento ni debate. Peor aún, al ser tan grande la ley dificulta la publicidad del acto legislativo, la población no sabe qué se está aprobando en esa sesión. Y todavía peor, lo que sí se conoce de la ley está siendo visible y públicamente rechazado por la población a través de diferentes manifestaciones callejeras desde el mismo anuncio del DNU.
Lo que sea que se apruebe no cuenta con el aval popular y ya tiene partes declaradas inconstitucionales. Incluso si la ley Ómnibus se aprueba sus aspectos laborales ya son ilegales e inaplicables.
El gobierno ya consiguió quórum para la ley y los números para votarla. Pero de nada servirá si los amparos se multiplican. El poder judicial, aunque adicto a Macri, nunca se expone a pagar costos políticos.
La única vía para una reforma laboral es la vía legislativa, pero incluso así, si Milei consigue aprobar su paquete de leyes ya es a todas luces evidente que la resistencia popular será potente. De hecho, la CGT ya le hizo un contundente paro a Milei, y no es una institución que se caracterice por ser aguerrida.
De momento, la única respuesta del gobierno ha sido intentar desestimar los fallos de la Cámara Nacional del Trabajo, pero todas las presentaciones hechas hasta ahora han sido desestimadas. Los argumentos eran penosos, incluso para empleados de Mauricio Macri.