La sesión del Concejo Deliberante del jueves 14 de junio pintaba tranquila, pero en estos momentos donde se profundiza la crisis económica generada por las medidas del gobierno, bastó una chispa para que se incendie la pradera.
El radical alvearista Francisco Pin elaboró un proyecto para que el cuerpo de concejales manifieste el repudio contra los hechos de violencia que se desataron en la sesión del HCD de Mercedes del día lunes 28 de mayo. Pero el repudio se focalizaba sobre “el grupo de militantes del Frente para la Victoria (FPV)”, quienes, según los ediles de la Alianza Cambiemos, habrían sido los agresores. Bastó con que la Presidenta del Bloque de Concejales de Unidad Ciudadana, Claudia Guerra, proponga la adhesión al repudio, pero sin que se incluya una afirmación que no está probada legalmente(que hayan sido militantes del FPV los responsables de la agresión), para que se desatara una discusión de alto voltaje, que en algunos casos, como el de la Concejala Natalia Ruiz, termino derivando en agresiones personales: “Como querés hablar de mi marido, yo también voy a hablar del tuyo” le espetó la esposa del intendente a Guerra.
Curiosamente lo que no se mencionó durante las distintas intervenciones del debate, es el tema que se sesionaba en el HCD de Mercedes el día que se desataron los incidentes. Ese 28 de mayo los concejales de Cambiemos lograron que se apruebe el dictamen de minoría, por el cual el municipio paso a adherir al Pacto Fiscal que impulsa la Alianza Cambiemos, unos de los pedidos de ajuste del FMI para el desembarcó del crédito Stand By en Argentina.
Pin se mostró horrorizado por lo que el interpretó como un intento de encubrimiento de la violencia, por lo que insistiría luego de cada debate en que sea votado el proyecto como él lo había presentado.
Mauro García, concejal de Unidad Ciudadana le recordó en un tramo de la sesión a los adalides del republicanismo liberal las sesiones en la que los concejales de la oposición sufrieron agresiones que no solo provenían de militantes de Cambiemos ubicados en las gradas, sino también de funcionarios municipales que lejos de encontrarse en sus puestos de trabajo, se habían acercado al HCD para copar paravalanchas.
Por supuesto los concejales de Cambiemos no perdieron la oportunidad para esgrimir el sable lazer de los bolsos de López, que parece haberse erigido en una categoría de análisis político de la coyuntura política local. Al parecer el recorte del gasto público que implementa Cambiemos encuentra siempre un chivo expiatorio que parece medirse en “Bolsoslopez”. Tanto el concejal González3 como Klajnberg utilizaron esta nueva medida de valor para contabilizar los vasos de leche que no toman los niños y niñas rodriguenses. Sin embargo esta medida no alcanzaría para contabilizar el dinero que el gobierno de Macri gasta cotidianamente para evitar, sin ningún éxito evidentemente, que se dispare el valor de la verde divisa. Al parecer ya no alcanzaría el Bolsolopez, sino que habría que hablar de fábricas de bolsos enteras.
Guerra recordó, en medio del debate, que Darío Kubar, actualmente Intendente, era quien aprobaba las obras que López pagaba, siendo Inspector. Ruiz entonces intentó conmover al público con el currículum académico del primer mandatario municipal, sosteniendo que Kubar solo cumplió sus funciones como “Inspector contratado por el Instituto Nacional de la Vivienda”.
A continuación, la concejala Cambiante le manifestó a Claudia Guerra que “Como querés hablar de mi marido, yo también voy a hablar del tuyo”, e intentó embarrar a parte de la familia de la edil. Esto provocó una dura respuesta por parte de la concejala de Unidad Ciudadana.
No faltó en la sesión también una felicitación a los concejales de Cambiemos “por haber traído al país la plata que se robaron por mucho tiempo” para levantar escuelas y todo lo que prometieron, sentenciaba en tono irónico el concejal de Unidad Ciudadana Reinaldo “Cartu” Torres.
Lo cierto es que, en esta ocasión, los concejales de Cambiemos lograron revertir la correlación de fuerzas en el recinto, y arrastraron consigo a los concejales medistas, sumando 3 votos más a los 8 propios, por lo que lograron que el repudio se emita sin modificaciones. Los 9 votos de Unidad Ciudadana no pudieron esta vez con los resabios antikirchneristas de un sector de la oposición.
Una discusión en el Fondo
Al parecer el voto del concejal del unibloque Peronista, Diego Ghirardi, acompañando al bloque oficialista habría desatado una discusión que fue subiendo de tono con el concejal Diego Escobedo.
Según pudo observarse Escobedo se mostró sorprendido por la votación de su amigo, desatando un debate paralelo que continúo mientras la concejala Victoriano desarrollaba su argumentación sobre la legalización del aborto.
Según algunxs de lxs presentes el concejal Escobedo habría lanzado una especie de amenaza que Ghirardi tomo muy en serio, a tal punto que estuvo cerca de denunciar la situación en el medio de la sesión.
Finalmente, en el cuarto intermedio se los pudo ver discutiendo enfáticamente, aunque los entredichos no pasaron a mayores; una cuestión que seguramente podría arreglarse en las próximas cenas.