El domingo pasado la librería Macondo, ubicada en 2 de abril 1077, realizó la muestra anual de los talleres literarios y de narración oral donde estuvieron presentes las docentes María Laura Ruíz Díaz, Beatriz Dasso y la fundadora de Macondo, Graciela Ocampo, junto a los y las talleristas juveniles que leyeron sus propias producciones realizadas durante el año. Además, el cierre de la jornada estuvo a cargo del grupo de mujeres cuentacuentos, del taller de narración oral, quienes narraron al público diferentes cuentos adaptados.
Maria Laura Ruíz Díaz, docente y profesora del taller juvenil, cuenta que el mismo comenzó en agosto de este año con un intensivo de 3 días y se le dio continuidad debido al pedido de quienes forman parte del espacio. El taller actualmente cuenta con 8 talleristas, de diferentes edades, y durante el cierre leyeron diversos textos que produjeron en base a consignas propuestas en el taller de escritura. Hubo escrituras relacionadas al mundo de los sueños, escritas a partir de libros, prólogos y también historias personales.
“Esto es una pequeña muestra de lo que hacemos en los encuentros que tenemos cada 15 días con los chicos. Estoy muy contenta con eso, porque la pasan bien y además me parecía importante contar con un espacio para que los chicos a los que les gusta leer y escribir puedan desplegar su imaginación”, sostiene Díaz. Asimismo, agrega que este tipo de talleres le da otro matiz a la librería ya que “no solo es un espacio de compra y venta de libros, sino un espacio de encuentro donde la palabra tiene un lugar importante, donde se sociabiliza y donde la gente se conecta con un montón de artistas locales. Una de las cosas que más nos representa es el afecto grupal, la dinámica, el vínculo de conectarse con otros a partir de algo que a uno le gusta como es la literatura. A todos nos une un poco ese amor a las palabras, a las ideas y a la imaginación”.
En cuanto al taller de narración oral, el cual tuvo una duración de 4 meses, a cargo de Beatriz Dasso, cada tallerista contó al público un cuento adaptado a la oralidad, respetando tanto el mismo como al autor/a, acompañado de música en vivo, gestos y elementos que permitía a los presentes sumergirse en cada historia. En esta oportunidad, María Laura Ruíz Díaz se sumó como alumna al taller y cuenta que, si bien siempre escribió, la narración oral fue una experiencia totalmente nueva. “Animarse a contarle a un público te obliga a salir del espacio de confort que está muy bueno, porque es a través de lo que uno le gusta, que es contar historias y sobre todo interactuar con mucha gente de la cultura de Rodríguez”, expresa Díaz.
Ambos talleres continuarán el año próximo y además ya se encuentra abierta la convocatoria para chicas y chicos interesados en comenzar un nuevo taller infantil, el cual estará destinado a niños y niñas de entre 8 y 9 años.