La construcción de un Vivero Municipal era una de las obras pendientes que tenía nuestro distrito y que, finalmente, se concretó a fines del año pasado. Se encuentra ubicado en una parcela que la Secretaría de Producción y Desarrollo posee en el Sector Industrial Planificado de nuestra ciudad. Se trata de un invernáculo que tiene 7 metros de ancho por 45 metros de largo, donde se producen árboles nativos y exóticos para espacios públicos, plantines hortícolas para huertas familiares, escolares y comunitarias, y plantas ornamentales.
Inicios
Para conocer las raíces del proyecto hay que remontarse hacia principios del 2021, cuando desde la Dirección de Producción Agropecuaria empezaron con las tareas de reparación del invernáculo de la Escuela N° 501 que se encontraba abandonado y deteriorado. “Al invernáculo se le había roto el techo después de una tormenta, entonces a través del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) se consiguieron los elementos necesarios para poder arreglarlo. En ese lugar fue donde empezamos a producir los primeros plantines hortícolas”, relata Federico Chimenti, Coordinador de Políticas Agropecuarias de General Rodríguez.
Ante la gran demanda, desde el área empezaron a pensar en la idea de construir el Vivero Municipal que permitiera llevar adelante una producción más grande para responder a las necesidades de la comunidad. “Nos contactamos con la Dirección Forestal del Ministerio de Desarrollo Agrario de la Provincia de Buenos Aires y, a través del Banco para Abastecimiento de Insumos Agropecuarios (BAIA), nos dieron los recursos y el financiamiento que necesitábamos para construir el invernáculo que hoy se encuentra funcionando en el Sector Industrial Planificado”, cuenta Chimenti.
Producción
La construcción del invernáculo duró diez días y finalmente entró en funcionamiento a fines de agosto del año pasado. Hasta el momento se hicieron alrededor de 25 mil plantines para huerta que fueron y siguen siendo repartidos en escuelas, huertas comunitarias y familias particulares. Aproximadamente cada 21 días desde el Municipio realizan entregas de 150 kits de temporada en la Feria Franca, que se hace en la Plaza Sarmiento, o en la Plaza Central de nuestra ciudad. En el caso de los kits de la temporada de otoño e invierno se reparten, por ejemplo, plantines de acelga, lechuga, puerro, repollo, cebolla o espinaca.
“También se hizo una producción de 2000 árboles el año pasado y 3000 este año. Queremos avanzar con mayor producción de árboles nativos, por eso estamos haciendo convenios con el Ministerio de Ambiente y otros organismos de la provincia para darle potencial a los árboles que son originarios de nuestra zona”, explica Diego Merlo, Director del área de Producción Agropecuaria. Dentro de las especies nativas de General Rodríguez se puede mencionar al espinillo, la tala, el ceibo, jacarandá, lapacho, pezuña de vaca, acacias, entre otras. Por otro lado, también han plantado en el invernáculo variedades exóticas que luego son utilizadas para el arbolado, como el caso de las casuarinas y las catalpas.
Por otro lado, con el fin de conservar y tomar conciencia sobre la importancia que tienen los árboles en nuestra ciudad, se desarrolla el Programa Municipal de Forestación. A través de esta iniciativa, se convoca a los vecinos y vecinas a plantar distintos ejemplares que llevarán sus nombres y que estarán ubicados en distintos espacios verdes, como plazas y bulevares. “Quienes estén interesados en sumarse pueden inscribirse enviando un email a produccionagropecuaria@generalrodríguez.gob.ar. Nosotros coordinamos para ir a hacer la plantación. Se trata de árboles jóvenes que necesitan un control y un seguimiento especial, por eso se necesita el compromiso de los vecinos”, expresa Chimenti.
“La idea es forestar lo mayor posible para poder conservar los beneficios que tienen los árboles. Nuestra ciudad ha crecido mucho y ha avanzado sobre zonas rurales donde había eucaliptos, casuarinas, árboles de muy gran porte. Muchas veces se termina sacando a los árboles para que puedan instalarse viviendas. Lo que proponemos entonces es replantar con lo nuestro, con árboles que no tengan un impacto negativo en el ambiente y que no impliquen un riesgo para los vecinos”, asegura Merlo. Además, destaca que al plantar árboles nativos se garantiza el cuidado y el desarrollo de la fauna y de la flora local, como por ejemplo las mariposas y las aves, que vuelven a tener un lugar donde refugiarse y alimentarse. “Muchas veces se deforestan espacios privados donde uno no puede intervenir, pero al poder forestar en espacios públicos estamos supliendo esa falta”, agrega.
Proyectos a futuro
A fines del año pasado, en un trabajo conjunto con la Universidad Nacional de Luján (UNLu), se llevaron adelante ensayos con el objetivo de multiplicar distintas variedades hortícolas. “Desde la UNLu estuvieron haciendo pruebas de cultivos de tomate y acelga, se está evaluando la posibilidad de obtener semillas de estas especies que estén adaptadas a la producción”, indicó Chimenti.
Por otro lado, cabe destacar que las semillas de las plantaciones son recolectadas de la calle, lo cual garantiza el éxito de cada ejemplar. Se espera que, a partir de los distintos convenios, puedan empezar a adquirir semillas de calidad. De cara al futuro, hay iniciativas para llevar adelante talleres y capacitaciones con el objetivo de concientizar a la comunidad sobre la importancia de la forestación y el cuidado de las plantas nativas. “Nosotros armamos un plan regulatorio del arbolado público, que fue aprobado por ordenanza en adhesión a la Ley Provincial 12.276. Dentro de ese marco está la creación del vivero, de una cuadrilla de poda y la capacitación y concientización a los vecinos y vecinas”, expresó Merlo.
En la misma línea, Chimenti agregó: “La idea ahora es poder empezar a dar respuesta a todos los pedidos de forestación que hay en el distrito. También queremos tener mayor participación en la planificación de obras que tengan que ver con los espacios verdes, y empezar a generar espacios de concientización sobre la importancia del arbolado”. Sin duda, contar con el Vivero Municipal representa una oportunidad que tiene un impacto tanto social, ambiental como educativo para la comunidad rodriguense. No solo hace a la preservación de la biodiversidad local, sino que es una iniciativa que también apunta a la soberanía alimentaria. Quienes deseen conocer este nuevo espacio pueden acercarse de lunes a viernes, de 8 a 14 horas.