En asamblea el conjunto de los afiliados rechazo de forma unánime la oferta de un 15 por ciento de aumento por parte de la patronal. Una cifra que no solo no recupera el poder adquisitivo perdido ante la inflación de este año, sino que además no tiene en cuenta que el año anterior directamente no hubo actualizaciones salariales. A través de un comunicado el sindicato califico la oferta de «Simplemente inaceptable».
Luego de que la asamblea realizada este jueves 26 de abril, en la que participaron más de quinientos trabajadores, se pronunciara categóricamente en contra de la propuesta de aumento salarial por parte de la patronal, la Seccional General Rodríguez de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA) dio a conocer un comunicado mediante el cual se especificaron las razones por las cuales no se aceptó el resultado de las últimas negociaciones paritarias, que acordaron con las cámaras patronales un aumento de solo el 15 por ciento, quedando muy lejos de poder alcanzar una recomposición salarial con respecto a las pérdidas ocasionadas por la inflación y la falta de negociación paritaria el año pasado.
El comunicado, titulado “Simplemente Inaceptable”, puntualiza, historiza y argumenta las razones por las cuales los trabajadores lecheros de General Rodríguez decidieron no aceptar el resultado de la negociación paritaria presentada por “la mesa paritaria nacional”, plantándose nuevamente “ante quienes intentan avasallar nuestros derechos”.
Primeramente afirma que para la Oligarquía empresarial que hoy gobierna el país no fue suficiente que los trabajadores lecheros perdieran desde hace tiempo algunas de sus conquistas históricas, por lo que aun hoy continúan “metiéndonos la mano en el bolsillo a lxs Trabajadorxs”.
En este sentido, menciona la flexibilización del Convenio Colectivo de Trabajo como el resultado de una extorsión impuesta a cambio de un salvataje propuesto por el gobierno en el 2017, para sostener a la cooperativa SanCor, y así salvar los puestos de trabajo, algo que no solo no ocurrió, sino que además “se congelaron nuestros salarios. Desde entonces no pudimos recuperar el poder adquisitivo que perdimos ante el 24,8% de inflación que hubo para ese período”.
Desde el comunicado también afirman que la oligarquía empresarial tardo más de un año en “sentarse a negociar paritarias” y que ahora que lo hacen, imponen un techo muy bajo, “que además es en cuotas y con una cláusula de revisión de improbable cumplimiento, ya que hay varios antecedentes en otras actividades donde no se ha concretado”.
Reafirmando la “lealtad que tenemos con los de nuestra clase” y la lucha como única forma de lograr conquistas, sostienen además que no están dispuestos a entregar lo que han logrado, “producto del esfuerzo”.
En uno de sus párrafos más contundentes, el comunicado de la seccional sostiene que “no se puede negociar con la oligarquía. Nos equivocamos si creemos que alguien se puede salvar haciéndolo. Sería como una negociación entre un pollo y el cocinero… el pollo puede ofrecer que le corten primero una pata o un ala pero tarde o temprano el cocinero lo va a terminar matando. Con este empresariado y el gobierno es igual, si no le hacemos frente ahora más adelante será tarde”.
Ante este complejo panorama, los trabajadores lecheros representados por la seccional de General Rodríguez postulan como “imprescindible” la unidad del movimiento obrero entre los sectores que eligen un camino de lucha, para hacer frente a este nuevo plan de “miseria planificada”.
“Las patronales ya se quedaron con casi el 25 % de nuestros salarios el año pasado, y este año lo harán con algunos puntos más, con lo cual la perdida sería cercana al 30%, y por más que esta propuesta sea aprobada en algún momento nos lo vamos a cobrar”, sentencia el comunicado, agregando que “más temprano que tarde recuperaremos nuestros sueldos”.
Para finalizar, realizaron un llamamiento a los compañeros de todo el país “a luchar en unidad”, dejando de lado la “paciencia, resignación, y entrega”, afirmando que “cuando la tiranía se hace ley, la rebelión es un derecho”.