Alejo es oriundo de General Rodríguez, tiene 21 años, es futbolista, defensor, y actualmente juega en All Boys. Fanático de Maradona y de Messi, su locura por el fútbol comenzó desde muy chico, cuando tenía 4 o 5 años, no recuerda con exactitud. Su padre, trabajador lechero y fanático del fútbol, fue quien lo acompañó y acompaña en todo su recorrido profesional. Sus primeros pasos los dio en la escuelita Italianos Unidos de nuestra ciudad y con el correr del tiempo se fue probando en distintos clubes, entre ellos Argentinos Juniors, Vélez y Chacarita, donde estuvo jugando durante mucho tiempo.
El sacrificio, la constancia y el apoyo de su familia fueron fundamentales en todo el camino recorrido. Alejo cuenta que su rutina consistía en levantarse temprano, ir al colegio, almorzar y entrenar hasta tarde. Así todos los días. “Desde que tenía 8 o 9 años viajaba con mi papá porque no teníamos auto. Eran 3 horas de ida y 3 de vuelta hasta San Martín. Yo salía del colegio, mi hermano más grande me preparaba la comida y cuando mi viejo salía de trabajar, yo lo esperaba en un punto y de ahí nos íbamos a entrenar hasta las cinco de la tarde. Después de ahí iba a jugar, a Chacarita y volvía a mi casa a las diez de la noche. Así todos los días por un montón de años”, relata Alejo. Y agrega: “todo eso implica mucho gasto y si no tenés el apoyo de alguien, hacerlo solo de chico es difícil; es difícil llegar”.
Su llegada a All Boys
Después de estar jugando varios años en Chacarita, club al que ingresó luego de pasar por un centro de formación que en su momento había en General Rodríguez, y quedar libre, el Club Atlético All Boys le abrió sus puertas en el preciso momento que comenzaba el aislamiento obligatorio en nuestro país. “Ya a cierta edad es difícil entrar en otros clubes, pero cuando me dejaron libre en Chacarita vimos que había lugar en All Boys y entré. Si bien cuando arranqué tuve muchas cosas entre medio de la cuarentena, pero después me subieron y en cinco, seis meses se dio todo; todo encajó. Estoy muy contento de estar en All Boys”, comenta Alejo quien define a la institución como un club de familia y de barrio y donde destaca el gran recibimiento que le dieron el cuerpo técnico, los jugadores y la gente.
Uno de sus mayores objetivos era jugar en primera, y después de estar más de dos años en All Boys, con un gran nivel en el último torneo de la Tercera División, esa noticia llegó de la mano de la firma de su primer contrato profesional, lo cual se dio hace más de una semana. “Fue una felicidad enorme. Cuando me dieron la noticia de que iba a firmar contrato mi viejo saltaba de alegría y mi mamá cada vez que me ve, me abraza y llora. Estábamos recontra contentos, porque era lo que buscaba hace años”, expresa Alejo que comparte esa misma alegría junto a su amigo Alexis Melo, también de General Rodríguez, con quien juega en el equipo y firmó contrato el mismo día que Alejo.
“Creo que el club me va a brindar herramientas tanto para la vida como dentro de la cancha. Mejorar las cosas que me faltan. En sí, en estos dos años y un poco más el club me mejoró un montón; ahora que estoy más con el tema de primera se juega mucho más rápido y te exigen mucho, eso va a mejorar lo que yo creo que me falta”, sostiene Alejo.
Sus sueños y proyectos a futuro
Alejo, como todo aquel que elige dedicarse al fútbol, tiene sueños y grandes proyecciones a futuro en lo profesional. Vive y respira fútbol, como se dice hoy: “24/7”. Todo el día detrás de una pelota. Sin embargo, también le gusta mucho la música y estudiar. Cuenta que una vez que logre organizarse le gustaría comenzar una carrera ya sea un profesorado o kinesiología, pero algo referido al fútbol.
“Creo que, si no hubiese jugado al fútbol, estaría trabajando con mi papá, pero me mentalicé de chico que quería jugar en primera, estar dentro de una cancha. También de alguna manera para cumplírselo a mi papá que ama el fútbol; verlo sentado ahí sería otro logro cumplido”, señala Alejo y agrega: “renegamos muchos años; que no te citan, que no tenés para comprar ciertas cosas o que viajas por nada. Mi viejo me compraba los botines y no me ponían, después me dejaban libre y demás. Por eso todo el esfuerzo fue de ambos. Es mi sueño, pero también el de él”.
Por otro lado, en sus futuros proyectos se encuentra presente la escuelita de nuestra ciudad, Italianos Unidos, donde Alejo se inició y a donde al día de hoy continúa yendo para ver jugar a los chicos. Su idea a futuro es poder instalar un centro de formación y ayudarlos en su desarrollo deportivo. “Quiero poder ayudarlos y darles la oportunidad o la herramienta para que se les haga más fácil poder llegar a primera y se les aliviane el camino. Hoy hay muchas escuelitas acá, con un gran nivel, y a veces es difícil armar algo para tanta cantidad, pero creo que mejorando el circuito de Rodríguez no sería tan difícil competir con el alto nivel que tienen los circuitos de afuera”, asegura Alejo.
Hoy, rodeado de su familia y con el apoyo de su papá, quien siempre lo banco y quiso que se dedicara al fútbol, Alejo comenzará la pretemporada ya formando parte de la primera nacional de manera profesional, cumpliendo un sueño que persiguió desde muy chico.
«En el 2022, con la obtención de la copa del mundo y la firma del contrato para poder estar en primera, se juntaron las dos cosas que más quería en mi vida«, concluye Alejo.