El 22 de mayo de 1930 nació en la localidad de Coronel Moldes, 80 km. al Sur de Río Cuarto, provincia de Córdoba, Agustín José Tosco. Hijo de padres campesinos, luego de formarse, logra con la mayoría de edad ingresar al mundo del trabajo en el área de la electricidad, desde allí comenzara una carrera sindical que marcara su destino junto a sus compañeros en el sindicato de Luz y Fuerza.
[dropcap style=’box’]D[/dropcap]esde muy joven, ya había adquirido conciencia de los conflictos sociales, y había decidido también tomar partido por su clase, la de los trabajadores. A los 19 años fue elegido como subdelegado, y luego en 1952 llega a secretario del cuerpo de delegados de Luz y Fuerza de Córdoba, en 1953 gana las elecciones para la conducción del gremio en la provincia. Un año más tarde es elegido secretario gremial del secretariado nacional de la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza (FATLYF).
Al cese de las intervenciones militares del 1955 a 1957, bajo las cuales se lo había inhabilitado, integra el “Congreso Normalizador” y vuelve a resultar reelegido en los dos cargos antes mencionados. Durante la década del sesenta es reelegido democráticamente como secretario general de Luz y Fuerza de Córdoba, esto se reitera permanentemente. Su liderazgo trascendía a su gremio, Tosco era ya un referente de las luchas populares más allá de su actividad gremial. “El Gringo” o simplemente “Tosco” como se le conocerá era por entonces la imagen de un obrero que defendía, luchaba por otros obreros, mimetizado entre ellos de forma natural en los puestos de trabajo.
Participara activamente en la CGTA, Confederación General de Trabajadores de la Argentina. Dentro de este espacio será un protagonista reconocido durante el “Cordobazo”, su presencia en las calles junto a los obreros de Córdoba era común a la hora de defender los derechos de los obreros fuere de la rama sindical que fuera. Es por esto que aun estando en la cárcel es elegido, además de dirigente máximo en su sindicato, como secretario adjunto de la CGT Regional. Al salir de prisión, Tosco regresa a Córdoba, en donde manifiesta que se aliaría con los peronistas surgidos de la base, del movimiento obrero organizado, pero no con la derecha burocrática sindical. Convencido anti burócrata, luchara durante su vida como dirigente no solo contra las patronales explotadoras, sino contra los traidores de adentro del movimiento sindical.
Tras la muerte del presidente Perón, su sucesora María Estela Martínez de Perón, aliada con la burocracia sindical y las bandas de extrema derecha que asolaban el país, interviene nuevamente el Sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba. Esta intervención y el contexto de violencia contra los dirigentes del campo popular, provoca que Agustín Tosco, constantemente amenazado, se viera obligado a vivir en la clandestinidad.
Apoyado por los trabajadores de Luz y Fuerza, que aportan plata y lo esconden en diversas casas de militantes, no dejó de dirigir la actividad política del sindicato. En medio de estas terribles condiciones, se enfermó gravemente a causa de una infección, y a pesar de los esfuerzos de sus compañeros y que fue trasladado a Buenos Aires, la infección se había extendido y muere sin poder recibir la atención médica necesaria. Tenía tan solo 45 años cuando un 5 de noviembre de 1975 fallece en la clandestinidad donde permanecía desde hacía varios meses.
Durante su corta vida luchó por la unidad de clase de los trabajadores y por eso no vaciló en abandonar la CGT oficialista, contribuyendo a crear la CGT de los Argentinos junto a otros dirigentes sindicales y sociales. Posteriormente, luego de esta experiencia ayudara a crear el «Movimiento Sindical Combativo de Córdoba» y aun durante la clandestinidad, fiel a su coherencia de pensamiento participara en la «Mesa de Enlace de Fábricas en Lucha». Esto solo se explica porque el consideraba que había dos tipos de sindicalismo: el «participacionista«, que pactaba con las patronales y el gobierno para entregar las luchas, y el «sindicalismo de liberación», de contenido clasista y con proyección política, basado en el rol independiente de los trabajadores para luchar contra el modelo y el sistema de explotación capitalista, por la sociedad justa o socialista como el concebía.
La actualidad el pensamiento de Agustín Tosco se torna vigente, ya que siempre se centró en la permanente lucha contra la dependencia de los pueblos y en la necesidad de articular un espacio político para enfrentar y derrotar a las políticas anti obreras que los gobiernos de derecha lleven adelante. Porque como el sabia definir de que no puede haber democracia política, si no se democratiza la economía.